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De Noelia Sabarea se podría decir que, donde va, triunfa. Le ha vuelto a pasar y esta vez de nuevo en Noruega. La bailaora algecireña acaba de regresar a España después de pasar unos días en el país citado, en dónde estuvo actuando el pasado fin de semana y dando clases a principiantes sobre el baile flamenco.
Su gran experiencia sobre las tablas le ha permitido cosechar un gran éxito en el norte de Europa, un espacio donde lo desconocido se torna en exótico. "Es la primera vez que va una artista de flamenco a la ciudad", explicó Sabarea, que ha permanecido durante diez días y, además de las clases, ha protagonizado tres espectáculos con gran seguimiento.
Aunque haya llevado el duende artístico hasta el último rincón de Europa, Sabarea ha desatado el mestizaje cultural apoyando cada uno de sus espectáculos en la música de la Filarmónica de Noruega, adaptando cada paso a los sonidos proyectados por los tres instrumentistas, los cuales poseen un disco editado en torno a esta vertiente musical, lo que ha facilitado así la fusión.
En el espectáculo ha contado con la ayuda de tres artistas locales: Asegeir Aaroen a la guitarra; Bjarte Mo con el violín; y Kjetil Hana a la percusión. La algecireña además ha recopilado con emoción las crónicas que sobre la actuación se han publicado a través de la prensa local de la ciudad Stavanger, que han usado entre sus letras unas fotografías que difuminaban el rojo y el amarillo de la bandera española como arraigo al mundo flamenco.
La fusión que ha realizado Sabarea se desgrana con la esencia del puro flamenco que toma las líneas del sonido de la Filarmónica, así ella montó la coreografía con la música, aunque con el mestizaje de este arte, haciendo uso desde la bata de cola hasta las castañuelas. Además, sobre el escenario el protagonismo fue sólo de la algecireña, que bajo el ritmo de pasos adaptados del flamenco conformó el baile que bebe de los ritmo de la Farruca, así como del tango, dando sustento al show que, junto a ella pero con la distancia justa, se acompaña de la guitarra, el violín y la percusión.
"Se ha acogido súper bien, ha sido increíble", así expresó las sensaciones recibidas Noelia Sabarea. Y es que hasta en dos ocasiones ha tenido la misma experiencia, ha sido la primera persona que ha llevado el flamenco a esa ciudad, Stavanger, desatanco la pasión por esta forma de vida y de arte. Así, tal fue el éxito que para el próximo año ya planea la vuelta, además de volver con el mismo espectáculo, a sabiendas de que muchas personas repitieron como público entre los tres pases que ofreció.
Además, de los espectáculos Sabarea ha dejado muestras de su arte, de la semilla de su amor por el flamenco impartiendo una serie de clases que permitirán que no muera el flamenco en Noruega, y mucho menos en la gente.
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