'Alma de elefante'. Una aventura de crecimiento personal dentro de un paisaje selvático

La Estantería

Los hermanos mellizos Suy y Lawen tienen diez años y viven en el poblado de Sat Naapa, muy cerca de la selva

Portada de 'Alma de elefante'.
José Ramón Mata

25 de junio 2022 - 12:44

El premio Anaya de literatura infantil de este año nos presenta una bella historia ecológica, que en su caminar los personajes van creciendo en humanidad. La búsqueda de “Ru”, lugar perdido en la selva en donde no existen los problemas, es a la vez un autoconocimiento y un respeto a la diversidad tanto humana como animal.

Los protagonistas de esta aventura son los hermanos mellizos Suy y Lawen, tienen diez años. Viven en un poblado, Sat Naapa, muy cerca de la selva, en un remoto lugar de Asia. Son muy felices, visten igual y llevan el pelo cortado de la misma forma, pero en realidad son diferentes. Suy es extrovertido, juguetón, muy sociable. Lawen tiene dificultad para expresar sus emociones, no le gusta el contacto físico, y se pone nerviosa con facilidad. Ella no sabe leer y le encanta hacer fila con los guijarros del río. Suy es el encargado de cuidarla.

Otro personaje encantador de esta historia es la anciana Champey. Ella ha elegido vivir sola, alejada de la aldea, junto a la selva. Tiene el cabello rapado y siempre va vestida con una túnica amarilla. Medita, reza por sus vecinos, y cuida un pequeño templo casi en ruina, “El templo de la luna llena”. Habla poco con los adultos, pero sí charla con las aguas, con las plantas, con la tierra, con los animales y con los niños. Sus palabras son sabias y agradables. Ella les cuenta a los hermanos Suy y Lawen que siempre permanecerán unidos, aunque se separen. Ellos tienen el espíritu del elefante y de la mariposa, el elefante sabio y fuerte, la mariposa ligera y sensible. Son aire y tierra.

La tradición de Set Naapa es cultivar la tierra. Las cosechas marcan el ritmo de la vida. Los días de cosecha son tan importante que incluso no van al colegio. Set Naapa parece un lugar pobre, con su tierra roja, sin asfalto en las calles. Es tan pequeño que no tiene ni colegio, los niños tienen que dar una gran caminata para poder asistir a las clases. Pero en realidad es un lugar mágico, donde los niños son felices con lo poco que tienen, donde se lavan la cara en un riachuelo, donde todos los vecinos son familia, y la calle es el lugar de juego, donde el respeto humano y a la naturaleza es lo primero que contemplamos.

En esta aventura también es muy importante Tep. Él tiene un enorme cuerpo gris, piel rugosa y patas capaces de crear huellas gigantescas, es un elefante. El sonido de la naturaleza envuelve las páginas de esta historia, monos aulladores, el murmullo del agua, la brisa entrando en la selva, el roce de la vegetación, el vuelo de las garzas, el croar de las ranas, y todo ello al ritmo del cabalgar sobre un gran elefante al que tienen que ocultar de sus perseguidores.

¿Y tú? ¿Qué alma tienes? ¿Alma de elefante, de tigre, o de hormiga? Lee esta aventura y descubre tu alma.

Los pequeños lectores recomiendan: Ignacio Rodríguez Sánchez y Víctor Godino Arana, alumnos de 5º, son quienes nos han presentado el premio de Anaya de este año: “Los protagonistas son dos niños mellizos. Suy es un niño valiente que le gusta cuidar de su hermana. Lawem es una niña sensible muy tímida. Es un libro muy divertido en el que hemos aprendido mucho. Nos enseña a valorar la importancia de la naturaleza, a cuidarla y a respetarla. Su lectura te emociona, con ella se siente alegría y también tristeza; hace crecer tu empatía, el sentido del esfuerzo, el no rendirte para conseguir tus objetivos. Tenemos que ser persistentes, cuando tengas errores o no te salgan las cosas bien. Tienes que seguir intentándolo.”

Andrea Maceiras, en la presentación de este premio indicó: “Esta es una historia muy especial para mí porque nace de uno de mis viajes por Asia. Está dedicada al niño o a la niña que perdió el dibujo que yo encontré cerca de Banteay Srei y que inspiró, sin saberlo, esta historia. El templo de Banteay Srei es uno de los más singulares y alejados del complejo de templos de Angkor, en Camboya. La primera vez que lo visité había niños y niñas corriendo por sus alrededores. Jugaban a espantar bandadas de garzas blancas. Allí encontré una canica olvidada y también una cuartilla escolar con un dibujo muy simple y bonito, hecho a lápiz por una mano infantil.”

Su primera novela, Proxecto bolboreta, en 2007 ganó el Premio de Micronovela del Ayuntamiento de Soutomaior. Desde ese año distintos premios han engalanado sus libros, entre ellos destaco: Premio Meiga Moira con Miña querida Sherezade; Premio Jules Verne con Europa Express; Conta nove estelas ganó el Premio Lazarillo. En 2020 le concedieron el premio de los Clubs de Lectura de la Consellería de Educación de Galicia como la autora más leída. Y este año el XIX Premio Anaya por Alma de elefante.

El ilustrador Jordí Solano, Barcelona, estudió Bellas Artes e Ilustración. Ha trabajado para diferentes editoriales, grupos de música, estudios de animación y agencias de publicidad.

Ficha literaria

Alma de elefante. Autora: Andrea Maceiras

Ilustraciones de Jordi Solano

Premio: Anaya 2022 de literatura infantil

Editorial: Grupo Anaya. Madrid

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