Castilla del Pino ya vive en la memoria

Emotiva despedida al ilustre intelectual sanroqueño con una ceremonia civil en el Rectorado de Córdoba en la que estuvieron presentes algunos de sus mejores amigos y el presidente de la Junta de Andalucía

El féretro con los restos del psiquiatra, en primer término.
El féretro con los restos del psiquiatra, en primer término.

"Vivir permanentemente no es posible; sobrevivir, tal vez. Es una fantasía que me sirve de consuelo". Carlos Castilla del Pino reflexionó sobre la pérdida de la existencia en uno de sus últimos artículos, incluido en la exposición sobre la enfermedad y la muerte que actualmente puede contemplarse en la sala Vimcorsa de Córdoba. "Uno vive en la memoria de los demás; no hay inmortalidad, hay memoria", pensaba. Figura central y renovadora de la psiquiatría española, pensador, escritor y académico, Castilla del Pino, que falleció el pasado viernes de madrugada a causa de un cáncer, recibió ayer una emotiva despedida en el Rectorado de la Universidad cordobesa en la que estuvieron presentes amigos, alumnos y admiradores, además de las autoridades institucionales y, en forma de telegrama, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que considera que el legado intelectual del fallecido "es patrimonio de todos los españoles de bien".

En tres cuartos de hora, en presencia de su viuda, Celia Fernández, la figura del psiquiatra nacido en San Roque fue recordada y elogiada en sus múltiples perfiles: profesor, escritor, amigo, luchador por las libertades y por los derechos de la mujer. De Tomás Luis de Victoria a Schubert, la ceremonia incluyó algunos de los pasajes musicales favoritos del autor de Casa del Olivo. No faltó la Nana de las Siete canciones españolas de Manuel de Falla, interpretada, cómo no, por Victoria de los Ángeles.

A Córdoba acudieron el alcalde de San Roque, Fernando Palma, y varios ediles, que representaron a la ciudad y a su Ayuntamiento. Así, junto a Palma estuvieron los tenientes de alcalde José Antonio Ledesma (USR), José Antonio Cabrera (PP) y Manuel Melero (PA), además del concejal de Cultura, Juan Carlos Galindo, y la edil del PSOE María Jesús García Illescas. También asistió Juan Gómez Macías, gerente de la Fundación Municipal de Cultura Luis Ortega Brú y amigo del fallecido. Todos ellos dieron el pésame a los familiares de Carlos Castilla del Pino y saludaron a las autoridades asistentes, transmitiendo la tristeza del municipio sanroqueño por la muerte de uno de sus hijos más eminentes.

El rector de la Universidad de Córdoba, José Manuel Roldán, abrió el acto con una exaltación de la "coherencia" intelectual y la "actitud crítica" que Castilla del Pino mantuvo a lo largo de su vida. "Su pasión era la transmisión del conocimiento para el beneficio de los demás", destacó el rector, que reparó en la "especial impronta" que el sanroqueño dejó en la institución universitaria, "que quizá no tuvo la sensibilidad suficiente para reconocer su valor". El acto de ayer ayudó a arreglar este desajuste.

El autor de Pretérito imperfecto seguirá constituyendo "un ejemplo para sucesivas generaciones de profesores y alumnos", añadió el rector, que cedió el turno al director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha. "Sabio en humanidades, experto en humanidad" fue su definición del psiquiatra, que entró en la RAE hace cinco años para ocupar el sillón Q, que anteriormente había pertenecido a Camilo José Cela. García de la Concha afirmó que Castilla "hacía las palabras próximas, prójimas: palabras muertas, arruinadas o prostituidas se convertían en mariposas cuando él las utilizaba". Castilla del Pino estuvo hace diez días por última vez en la institución. "Vino a despedirse. Celia no quería que viajara pero él le dijo: me esperan unas palabras. Lo vimos más tierno por fuera y más fuerte por dentro".

Los académicos se han sentido estos años "sanados por su palabra". "Hizo de la Real Academia su morada propia. Su palabra es el espejo en el que nos miramos y nos reconocemos", añadió el director de la institución.

"No estoy triste sino agradecida por la existencia de Carlos", aseveró Carmen Calvo, Carmencita para Castilla del Pino. La ex ministra elogió la "decencia" que el fallecido mostró a lo largo de su trayectoria: "Contribuyó a adecentar este país en tiempos muy complicados". También aludió al "descubrimiento" que el pensador realizó, ya a edad avanzada, de un amor "que lo transformó".

Tres mujeres más tomaron la palabra para hablar sobre el autor de Casa del Olivo. La profesora Anna Caballé lo identificó con "un río firme y fecundo como el Guadalquivir, cuya obra ha regado muchas tierras". La abogada y ex diputada socialista Amparo Rubiales invocó el "feminismo militante" de Castilla del Pino. Ideas subrayadas también por la realizadora Josefina Molina.

La manera en que Castilla del Pino afrontó la certeza del inminente final centró la alocución del secretario de la Fundación que lleva el nombre del psiquiatra, José María Valls: "Sus últimos meses fueron su mejor lección. Su muerte no alteró su manera de enfrentarse a la vida. No sintió pena por irse. No pidió más afecto. Ha sabido acabar la faena como la empezó".

Para Andrés Ocaña, alcalde de Córdoba, Castilla del Pino, además de "un luchador por la democracia y la libertad" y "un modernizador de la psiquiatría", fue "un gran embajador de esta tierra, a la que dio prestigio". "Los maestros trabajan siempre para la eternidad", concluyó Ocaña.

La ceremonia finalizó con las palabras de José Antonio Griñán, presente en su doble condición de presidente de la Junta de Andalucía y amigo y admirador de Castilla del Pino. "Era un ser humano de referencia que va a sobrevivir a su propia muerte. Un hombre para todas las situaciones y todas las épocas", apuntó Griñán, que recordó que Castilla, castigado por la dictadura, "no llegó a ser catedrático oficial hasta los 60 años". El psiquiatra "era un creador dinámico que nos dio una ciencia cierta de la igualdad y dio alma a seres humanos que hasta entonces eran recluidos en manicomios y privados de derechos".

Un aplauso y el Viaje de invierno de Schubert pusieron final a un acto en el que, entre otros, estuvieron presentes la ex alcaldesa y actual consejera de Obras Públicas de la Junta, Rosa Aguilar, junto a profesores universitarios, médicos y representantes del mundo de la cultura.

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