Solidaridad
Las fechas de la campaña del Banco de Alimentos

Falete y su voz marcan Botafuegos

El artista sevillano de flamenco y copla ofrece una actuación en el centro penitenciario de Algeciras de carácter desinteresado · Recibe la ovación del público en un concierto en directo ante unos 300 internos

Falete canta ante su guitarrista durante su actuación ayer en Botafuegos.
M. E. Selva / Algeciras

10 de octubre 2012 - 05:00

A las cinco de la tarde estaba previsto el concierto en Algeciras. Una hora atípica, pero no tanto como el escenario. El centro penitenciario de Botafuegos acogió a plena luz del día el desgarro de su voz, la de Falete, que tradujo el flamenco y la copla sobre las tablas de esta plataforma peculiar, por la que han pasado otros artistas como David de María.

El motivo, aunque tardío, no le impidió ayer presentarse ante los internos de la prisión algecireña. Para los actos festivos de La Merced se intentó contactar con el artista, sin embargo por compromisos profesionales no pudo acudir, pero ese contratiempo no le restó ganas para ofrecer lo mejor de su repertorio en cuanto tuviera un hueco y así fue.

El artista sevillano, conocido artísticamente como Falete, se presentó en Botafuegos en plena promoción de su último disco Sin censura para hacer un regalo doble a la ciudad, ya que aunque no adelantó apenas nada de su último trabajo discográfico sí ofreció un amplio repaso a su trayectoria musical. El 1 de diciembre en el teatro Florida sí podrán escucharse esas nuevas piezas que conforman su nuevo álbum. Para esa cita precisó que "haremos cosas de Sin censura y un repaso de lo que he hecho siempre, y de mis cositas para que no nos olvide nadie".

Minutos antes de comenzar la actuación Falete, mientras se marcaba los últimos detalles de maquillaje con su amplia sonrisa, recordó que la primera vez que actuó en una cárcel fue en Sevilla, apenas tenía 15 ó 16 años, y hasta ayer no volvió a repetir esa experiencia. "Es emotivo porque sabes que el que está aquí es por algo pero no dejan de ser personas y de tener corazón, y entonces es muy gratificante poder cantarles y que este ratito se olviden un poquito del por qué están aquí".

Reconoció que le habían desvelado que había un gran interés por parte de los internos en que actuara en Botafuegos, "muchos de ellos lo habían pedido". Con la actuación mostró un repertorio conocido de sus discos editados anteriormente, además de traer consigo una cantera de artistas que, como Falete subrayó, "merecen la pena, así que hoy va a participar hasta el de la bola".

El director del centro penitenciario Botafuegos, Francisco Márquez Salaberri, introdujo al artista agradeciendo la actuación desinteresada de Falete. Con un aforo de más de 300 personas, el patio de butacas se llenó de internos de prácticamente todos los módulos y funcionarios que no quisieron perderse la voz del sevillano. Como curiosidad un grupo de internos se encargó del sonido y preparar la puesta en escena.

Un guitarrista y cuatro cantaores abrieron el camino entre coplas y flamenco a un Falete que aguardaba entre bambalinas su entrada triunfal. A susurros le pidió al interno que dirigía el sonido que cuando tomara parte en la escena bajara su micrófono, que cantaría a solas con su voz. Una carta de presentación que ya de por sí le auguraba la ovación.

Ataviado con ropa ancha como viene siendo habitual, entre amarillo y verde, desafiando a la mala suerte, marcó con tiento sus pasos hasta el centro del escenario bajo unos zapatos negros, el pelo bien recogido con una cola a modo de trenza y unas brillantes perlas blancas.

"Olé los que saben", se escuchaba entre el público. El turno era de Falete. Sin más tecnología que su voz, desequilibrante como una montaña rusa que baja y sube con el mismo empuje de la inercia, así desgarraba los tonos sin miedo a subir al cielo y caer en el más tranquilo silencio. Entre palmas, gritos, aplausos y bailes que se fue marcando en cada tema se ganó al público. Válgame dios y Un mundo raro fueron marcando el camino emotivo de un artista con sentimiento y raza.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

AVENTURA EN LA ISLA | CRÍTICA

Jóvenes robinsonas al modo de Verne o Wyss

Lo último