‘El Instituto’, para que no te quejes de tu centro
La Estantería
Recomendaciones que invitan a los jóvenes y no tan jóvenes a reflexionar sobre el mundo en el que vivimos y del papel que podemos (o debemos) jugar todos para mejorarlo
El verano es tiempo de vacaciones, de salidas con amigos, de barbacoas, de juegos en la playa, pero también es el momento de empezar, y terminar, un gran novelón. Hoy os traigo una de las últimas obras de Stephen King, El Instituto, con más de 600 páginas pero que se devoran en una semana. A este escritor es muy difícil llevarle el ritmo de publicación, porque todos los años nos presenta un mínimo de dos volúmenes.
Luke, George, Nicky, Helen, Kalisha, Iris, Avery, Harry el Pelirrojo, y las gemelas Greta y Gerda son algunos de los niños de este Instituto. La directora es la Señora Sigsby y en estas instalaciones trabajan más de cincuenta adultos: Zeke, Fied, Joe, Hadad, Tony, Gladys, que son conserjes, celadores, etc. Maureen Alvorson es la afectuosa y compasiva señora de la limpieza siempre atenta a todos los pequeños. Ninguno de los escolares ha llegado voluntariamente, han sido secuestrados de sus casas e internados en estas instalaciones. Los internos son marcados con un chip en el lóbulo de su oreja. Han sido reclutados para una posible guerra mental. Son sujetos de estudio ya que poseen poderes psíquicos: telepatía o telequinesia. Si los resultados son positivos reciben fichas para poder usar en la cantina; si no colaboran tendrán “refuerzos negativos”.
El protagonista es Luke Ellis, alumno del colegio Broderick para niños excepcionales, que con tan solo doce años ha sido admitido en dos universidades. Tras el secuestro, despierta en una habitación que imita a la perfección la suya.
El Instituto lleva funcionando desde hace unos sesenta años, es más una base militar que un centro escolar. El trabajo que se realiza es por la supervivencia de la especie humana, por ello no es una monstruosidad lo que se realiza con los niños. ¿Por qué esas pruebas, esas inyecciones? ¿Luke volverá a ver a los compañeros que se han llevado a la parte trasera? ¿Logrará escaparse de la mitad delantera?
Stephen King sabe transmitir sensaciones, nos contagia con facilidad los miedos, emociones y sentimientos de los personajes. Nos hacemos amigos y cómplices de unos y odiamos a otros. Y para ello nos anima a utilizar todos nuestros sentidos, empezando por el del olfato. Su texto es ligero, fluido, con mucha intriga para crear ansia de avanzar, de no dejar el libro y continuar con la lectura. Deseamos saber más, buscar respuestas a las preguntas que nos va lanzando y a las que nosotros creamos. El Instituto es una historia fantástica, un thriller de ciencia ficción dentro de un marco muy real y apropiada para jóvenes lectores.
¿Una novela de Stephen King para adolescentes? El lector no nace, se hace y os puedo asegurar que este americano con cara de loco, con el que no he hablado jamás, ha potenciado mi afición lectora más que ninguna otra persona de mi entorno. Sus libros cuando son leídos en plena adolescencia son más placenteros: Carrie y La larga marcha siempre vuelven a mi memoria.
Ficha literaria: El instituto. Autor: Stephen King. Traducción: Carlos Milla Soler. Editorial: Penguin Randon House. Plaza Jane (Barcelona).
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