Manzanares y Cayetano, puerta grande en la plaza de Olivenza
Espartaco corta una oreja en la primera corrida de la temporada del treinta aniversario de su alternativa ante un manejable encierro de Juan Pedro Domecq

Cayetano Rivera y José María Manzanares salieron en hombros tras cortar dos orejas cada uno en la corrida matinal de Olivenza. Espartaco, que este año cumple 30 de alternativa, paseó una oreja del primero.
Cayetano cortó las dos del tercero, un toro enrazado, con acometividad y transmisión en el primer tramo de la faena, que Cayetano abrió de rodillas en series poderosas. Después llegó gran toreo sobre la mano diestra, con vibración y mucha expresividad, templado y de mano baja. Por el izquierdo, el toro se aplomó y bajó de intensidad la faena, aunque llegaron dos series sobre la mano izquierda a pies junto con aplomo y gusto. Una estocada caída pero efectiva puso en sus manos el doble trofeo. El sexto fue un toro sin raza, siempre a menos, con el que intentó levantar faena.
José María Manzanares paseó una de cada ejemplar de su lote. Ante el segundo destacó su temple, empaque y los remates cambiados y de pecho, faena que remató con una faena rematada de un estoconazo en la yema. Al aquerenciado quinto lo llevó siempre tapado y exprimió con seguridad y técnica, antes de rematarlo de otro espadazo.
Con anterioridad había cortado una oreja Espartaco del primero, un ejemplar flojo de salida con el que tardó en asentarse. Cuando lo hizo, a partir de la tercera serie, llegaron series buenas en los medios, al natural, corriendo la mano. La gente, muy cariñosa y entregada con el sevillano, le premió con una oreja. El cuarto tuvo peligro y sentido, y Espartaco tiró de raza y entrega, jugándose en muchos casos la voltereta entre los pitones.
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