'Patios de Lucía', la noche blanca más algecireña del Alcázar Viejo cordobés
Los vecinos de uno de los barrios más antiguos de la ciudad rinden un especial homenaje al guitarrista más universal Varias actividades por Paco de Lucía recuerdan al mundo su valía
La imagen de un joven Paco de Lucía, en 1968, antes de ganar el V Concurso Nacional de Arte Flamenco, andando por el Alcázar Viejo de Córdoba, o hace tres años, antes de un concierto en La Axerquía, tomando un aperitivo en Puerta Sevilla, pueden ser reales o imaginadas, pero no son descabelladas.
Estos días, los vecinos más antiguos del Alcázar Viejo, uno de los barrios más imponentes de Córdoba, con algunos de los patios más bellos, en pleno casco antiguo, y patrimonio de la humanidad, recuerdan la huella del guitarrista de Algeciras en su barrio y, por ende, en toda la ciudad. Se trata de la cuarta edición de El Alcázar Viejo a la luz de las velas, que este año ha tomado el nombre de Patios de Lucía, como homenaje al malogrado maestro, una persona que tocó mucho en Córdoba y al que uno de los barrios "con más solera" rinde tributo aprovechando la celebración de La Noche Blanca del Flamenco.
No cabe duda de que, en todos los conciertos que se celebraron anoche en Córdoba, hubo variados homenajes a Paco de Lucía, pero el único que optó por hacerlo a cara descubierta es el de esta particular noche blanca paralela. Así lo indicó el presidente de la asociación vecinal del Alcázar Viejo, Javier Alvarez de Sotomayor, que lleva ya dos días pendiente de que todo suene como debe sonar y de que cada una de las 3.000 velas que iluminan el barrio esté prendida.
"Todos los vecinos, hosteleros y flamencos se vuelcan y suman para organizar esta noche blanca paralela", explicó Alvarez, quien puso especial énfasis en destacar la labor de la peña flamenca El Almíbar, encargada del apartado musical. De Patios de Lucía, que se celebró anoche, se encargó el bailaor cordobés Daniel Navarro, que aglutinó a un nutrido grupo de jóvenes artistas locales de cante, toque y baile, todos amigos de El Almíbar. No sólo la música suena a Paco de Lucía, también las paredes, puesto que un imponente grafiti de 10 por 3 metros ubicado en el patio de la Asociación de Vecinos y realizado por el artista Otes, rinde homenaje explícito al guitarrista y también a los fundadores de los patios.
Patios que, por otro lado, vuelven a abrirse al público estos días, tras haber tenido el mes de mayo más concurrido que se recuerda a nivel de visitantes. Con el clima jugando a favor, las dos primeras jornadas de esta noche blanca paralela se han cerrado con éxito, a la espera del colofón, que tuvo lugar anoche, con el espectáculo Patios de Lucía.
Hay más de 3.000 velas colocadas por los rincones del barrio, patios y callejuelas, lo que otorga a un barrio, que ya de por sí tiene un halo misterioso, un plus de intimidad.
Intimidad que sólo rompe la música, en un barrio que siempre ha sido muy flamenco, una identidad que los más jóvenes están preservando y potenciando. Por eso, Alvarez sonría ayer ante la imagen de un joven Paco de Lucía paseando por el barrio y dice, con total seguridad: "No me cabe duda de que Paco de Lucía conocía el Alcázar Viejo, porque era un barrio muy flamenco".
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