Un cuadro de Pérez Villalta, en la última película de Pedro Almodóvar
'Dionisios encuentra a Ariadna en Naxos', del artista tarifeño, cuelga de las paredes de la casa del tétrico doctor Ledgard que interpreta Banderas · La amistad une al campogibraltareño con el manchego
El director manchego Pedro Almodóvar estrenó en el año que está a punto de finalizar La piel que habito, protagonizada magistralmente por Antonio Banderas y Elena Anaya. Sin embargo, pocas personas sabrán que uno de los cuadros del artista tarifeño Guillermo Pérez Villalta, Dionisios encuentra a Ariadna en Naxos, aparece en varios planos del film.
Conociendo la trayectoria de Almodóvar y Pérez Villalta, es fácil pensar que el cuadro no es un mero atrezo sino que tiene un papel relevante como símbolo, quizás jeroglífico de la fantástica historia que el cineasta español retrata en su última película.
Guillermo Pérez Villalta es uno de los artistas vivos de mayor prestigio internacional. Sus obras son expuestas en las principales pinacotecas del mundo y otras son adquiridas por amantes del arte formando colecciones privadas de incalculable valor.
La pintura de Pérez Villalta reúne casi desde su primera etapa tres constantes y premisas que hacen que sus cuadros u obras sean fácilmente reconocibles. Simbolismo, mitología y figuración han acompañado el devenir de toda su obra. Así, desde la etapa con reminiscencias de clara influencia cubista y picasiana, y explosión de colores satinados de la década de los 70, fue iniciando una transición hacia los 80 donde su pintura experimentó una especie de época renacentista, adquiriendo importancia los espacios interiores con influencia romana.
Es en los 80 cuando la mitología y la simbología adquieren vida propia en sus obras y son eje principal de las mismas. Además, el artista realiza en este periodo una interpretación totalmente libre de la perspectiva, de la que en muchas ocasiones carece dibujando casi en una sola dimensión. A medida que se acercan los 90, las obras se espiritualizan y Las Gradas o La construcción son ejemplos que rezuman religiosidad. Pero con la llegada de los 90 sus obras no dejan de mantener su grado de simbología y mitología, pero el artista tarifeño se acerca al costumbrismo. El encuentro, Ritos de la orilla o La siembra encierran el jeroglífico mental del autor, pero lo escenifica entre escenas cotidianas del quehacer de un pueblo como su ciudad natal.
Con el nuevo milenio, Pérez Villalta rompe con una etapa donde a pesar de las distorsiones a las que la imagen humana ha estado sujeta en el progreso como artista del pintor, siempre ha conservado sus rasgos y rostros de los que ahora prescinde casi por completo elevando la figura humana a un proceso casi metafísico propio de Chirico y en ocasiones recordando a su admirado Dalí.
No pierde no obstante sus rasgos simbólicos y mitológicos y prueba de ello es el cuadro Dionisios encuentra a Ariadna en Naxos, que aparte de colgar durante semanas en la pared del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga sirvió de atrezo en el último film de Pedro Almodóvar, perteneciente al círculo de amigos del artista.
La piel que habito es una particular adaptación de Frankenstein de Mery Shelley, donde Almodóvar confronta la venganza con la experimentación con células madre en una historia cargada de elementos almodovarianos como tragedias familiares, pasión, confusión, obsesión y sexualidad ambigua.
La imagen de Elena Anaya en la piel de Vera se confunde como protagonista de algunos de los cuadros que, como Venus escuchando música, de Tizziano, o La Venus del espejo, de Velazquez, forman parte del mundo visual de Almodóvar al igual que la obra de Pérez Villalta, que cuelga de la pared del protagonista, el doctor Ledgard.
Dionisios encuentra a Ariadna en Naxos es una reproducción de mayor tamaño que el original que cuelga de las paredes de la habitación de Ledgard y se trata de una obra colorista en la que el autor ha congelado el instante en que Dionisios encuentra a Ariadna -hija de Minos y Pasífae- en la isla de Naxos, donde es abandonada por Teseo después de que según la leyenda fuese ella la que ideara el plan para derrotar al minotauro y poder salir del laberinto.
El cuadro descubre cuando Dionisios, dios del vino, la encuentra dormida y la convierte en su esposa. Cuenta la leyenda que Ariadna ascendió a los cielos convertida en la constelación Corona Bolearis, de ahí que de la cabeza de la figura femenina ascienda un pequeño círculo de estrellas.
Que sea una simple coincidencia o que el cuadro encierre un mensaje sobre la propia historia que Almodóvar retrata de la libre adaptación de la novela Tarántula, es una libre elección del espectador. Pasen y siéntense. La película va a comenzar.
No hay comentarios