Vázquez de Sola defiende el humor como un arma "cargada de verdad"

El dibujante presenta su alegato literario e ilustrado en favor de las prostitutas libres Subraya que "nadie debe morir por sus ideas"

Imagen de Andrés Vázquez de Sola, ayer sentado mientras Juan José Téllez le presentaba en Algeciras.
Imagen de Andrés Vázquez de Sola, ayer sentado mientras Juan José Téllez le presentaba en Algeciras.
María E. Selva Algeciras

03 de febrero 2016 - 05:00

"El humor es un arma cargada de verdad", "Nadie debe morir por sus ideas, antes de hacer chistes políticos hay que saber contra quién se hace", "Muchas veces se pasa por un héroe y no se es más que una mierda", "La caricatura va más lejos que la realidad", "Ni soy partidario ni defiendo la prostitución, de la misma manera que no defiendo la guerra pero sí a un soldado herido". Realmente sería imposible elegir un momento o una frase de todas las que a borbotones fue soltando ayer Andrés Vázquez de Sola (San Roque 1927).

El ciclo Palabras en el tiempo del Centro Andaluz de las Letras (CAL) le condujo hasta Algeciras y fue en uno de los boxes de AlCultura donde se fue desnudando con palabras para justificar, de alguna manera, la realidad que esconde el libro que presentaba: El polvo del camino y viceversa. Una obra sugerente cargada de dibujos ácidos donde el sanroqueño hace un homenaje a las mujeres que, por necesidad o afición, "han decidido vender gozo como único oficio y beneficio".

De la mano de su amigo el pintor y escritor Juan Gómez Macías, el autor fue ilustrando con palabras sus intenciones. La presentación de este encuentro memorable corrió a cargo del presidente del CAL, el algecireño y ex director de este diario, Juan José Téllez. No tuvo desperdicio su intervención a modo de semblanza recordando detalles como su vocación de autoexilio, la "siesta" que Vázquez se echó con García Márquez o su candidatura fallida a senador por el Partido Comunista. No faltó puntualizar que no se llevó a cabo ese museo del humor en San Roque, pero sí que sea Hijo Predilecto.

El humorista gráfico tiró de ingenio en todo momento e hizo reír continuamente. Con uñas y dientes aclaró su posición desde el primer minuto. Usó un lenguaje muy cercano y a veces rozando lo ordinario, pero al fin y al cabo era él en estado puro, de hecho confesó: "Ya estoy viviendo cagándome en las estadísticas, debería haberme muerto con 83 años y tengo 88".

Vázquez de Sola leyó un pequeño texto preparado antes de asomarse a las preguntas de Gómez Macías. "Me repatea la hipocresía", sentenció. Denunció que se persiga en las calles a las prostitutas callejeras, mientras se apoya a los prostíbulos. "Vender el cuerpo como hacen las putas es mejor que vender la conciencia como hacen sus hijos, hijos que por supuesto ellas no han parido", asestó al público impaciente por escucharle.

"El polvo del camino y viceversa está a medio camino entre el libro de memorias y la Guía Paquirrín de Puticlubs con Encanto". Así se expresa en la sinopsis de la obra, con la que el autor rinde homenaje gráfico y literario a las prostitutas. Un oficio que él dignifica siempre que se realice libremente.

Aunque el libro mezcla relatos con dibujos, dejó por delante aquello de que "escribo pero no soy escritor". Reconoció que lo que cuenta en la obra es la biografía de cualquier hombre que haya vivido en su época, una juventud sin libertad, siendo éste un intento por contar ese "drama terrible". Aunque sus palabras sonasen duras, la sonrisa que su rostro dibujada y su sencillez al crear humor relajaban el discurso. Y es que estaba muy feliz, pero también asustado al ver a tanta gente, acostumbrado, según dijo, a dar charlas con no más de cinco personas.

Gómez le recordó el éxito que tuvo el dibujo La gran corrida franquista, que se publicó en Francia con más de un millón de ejemplares vendidos. La gente le consideró entonces un héroe, un gran luchador antifranquista. Ello le hizo empezar a trabajar con el Partido Comunista. Sin embargo, el sanroqueño desmontó el origen de esta obra explicando que la dibujó en España, era joven y la hizo sin pensar en Franco. La llevó hasta el país vecino rodeándolo en su cuerpo por el temor a que lo vieran. Vázquez de Sola hizo referencia, como ya ha hecho en otras ocasiones, a los atentados ocurrido en Charlie Hebdo subrayando que "nadie debe morir por sus ideas", pero matizando que hay que saber la situación política señalando a la línea editorial de la revista y a los intereses económicos. "Hay muchos humoristas pegando muy fuerte, pero sin saber contra quién pegan". No dijo con ello que no se luche, pero se precisó que "deben saber en qué trinchera están".

Volviendo al humor gráfico, Vázquez de Sola reseñó que hay un error de muchos "malos" caricaturistas, apuntando a que exageran los defectos, mientras él defiende que debe ser un homenaje a la persona. "No tiene que parecerse, tiene que ser". Desveló que la profesión de humorista gráfico es muy difícil, sosteniendo que "un dibujo es bueno cuando 20 años después sigue siéndolo". De hecho en este punto recordó un dibujo que se realizó en 1914 y que aún valdría, en referencia a los "asesinatos de gente para llevar la cultura y la democracia".

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