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La gaditana música de los Goya

Riki Rivera, de Cádiz y galardonado por la mejor canción, y el jerezano Julio de la Rosa, mejor banda sonora, se muestran exultantes tras vencer en la gran gala del cine español

J.a.l./J.p.l Cádiz/Jerez

10 de febrero 2015 - 05:00

El músico gaditano Riki Rivera supo darle compás a la gala de los Goya. Tras recoger, junto a India Martínez y David Santiesteban, el premio a la mejor canción original por el tema Niño sin miedo, finalizó su intervención de agradecimientos y dedicatorias pidiendo al público que llenaba el auditorio madrileño que aplaudiera con las palmas de Cádiz.

Por su lado, el binomio compuesto por el director Alberto Rodríguez y el músico Julio de la Rosa (Jerez, 1971) fue por fin reconocido en los Goya gracias al resultado de La isla mínima, que se trajo para Andalucía un total de diez premios. Entre ellos, el que lleva la firma del jerezano es el de Mejor Música Original, misma candidatura que defendió hace dos años con Grupo 7 y no pudo ser.

En definitiva así sonaron los Goya, a la provincia de Cádiz, más aún tras conseguir Curro Sánchez el premio al mejor documental por Paco de Lucía: la búsqueda, sobre su padre, el algecireño maestro de la guitarra.

Riki está exultante, tanto o más si cabe que cuando en la noche del sábado recogió un galardón que le ha dejado "sensaciones geniales" y que comparte desde un principio con la cantante cordobesa India Martínez y con el músico madrileño David Santiesteban, con quienes forma desde hace ya varios años un equipo de trabajo que sólo le está deparando satisfacciones: "Hablo en plural, ya se vio en la gala que somos tres. Un equipo de trabajo, de composición y discográfico, al que ahora llega el Goya pero con el que tenemos cuatro discos de oro con Sony Music y dos nominaciones a los Grammy latinos".

Un trío artístico, cada uno en su faceta y todos complementarios y necesarios, que sólo recibe palabras de elogio de parte del músico gaditano: "India es una artista genial, que ahora está en muy buen momento, que tiene mucho talento y que es una voz que hace que todas las ideas nuestras estén en su sitio. Y David es un maestro de la composición y de la música en general, que ya llevaba muchos años trabajando antes de estar con nosotros. Y desde que nos conocimos funcionó todo".

Antes incluso de que se le pregunte si este Goya les va a cambiar o a condicionar su futuro, Riki Rivera hace pública una reflexión seguramente madurada ya desde que fueron candidatos: "Esto llega en un momento muy bonito pero no nos va a obligar a trabajar de distinta manera. Lo que hace es reafirmar nuestra línea de trabajo. Ya es un premio que nuestras canciones suenen en la radio, salgan en televisión o que, como con El niño, de repente una canción acompañe a una película tan bonita, tan sensible y tan exitosa".

Por su parte, Julio de la Rosa afirma que no esperaba el Goya. "Sabía que tenía ciertas posibilidades pero también que competía con grandes como Gustavo Santaolalla con dos Oscar, Roque Baños con tres Goyas, y Gaigne con 40 años a sus espaldas. Como nominado me consideraba con un 25% pero ya había ido cambiando porcentaje en función del currículum de ellos y yo me hacía con un 9% de posibilidades y mira tú por donde que me lo he llevado".

El jerezano se confiesa "muy contento, ya no solo por el premio y el reconocimiento personal, sino por la alegría que sabes que le estás dando a tu familia, a la gente que te quiere, esos que sabes que están gritando y pegando un salto en el sofá".

Sobre el trabajo por el que ha sido premiado, De la Rosa manifiesta: "Había que hacer una música que además de apoyar narrativamente mostrara cómo el mal se puede esconder detrás de cualquier cara conocida, a pesar de ser una cara afable. Había que mostrar eso. En parte era uno de los encargados de ir contando al espectador ese tipo de cosas... La música tenía que ser turbia y tener algunos momentos de tristeza para manipular al espectador y que fuera sintiendo algo".

Y agrega tanto en particular como en general: "En mi caso, y puesto que Alberto trabaja despacio, suelo tardar entre tres meses o tres meses y medio en hacer una banda sonora. En este caso creo que fueron seis o incluso más porque es el tiempo que tardó en montar la película. Hasta que no se cierra el montaje yo no puedo terminar mi labor porque trabajo en paralelo a ellos, por eso me llevó eso, más de medio año".

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