Españoles de luces
Mapa de Músicas | Irene Roldán. Clavecinista
La clavecinista Irene Roldán publica su primer álbum con un original recorrido por la música española del siglo XVIII

Aunque nació en Córdoba (1997), Irene González Roldán vivió desde los 7 años en Sevilla. Por aquello del márquetin y del uso de los apellidos en el extranjero, en sus programas ha perdido recientemente el paterno, y así figura en su primer disco, como Irene Roldán a secas. El álbum, que publica el sello Passacaille, se titula Scarlatti & Beyond, acaba de aparecer en plataformas y está ya disponible en formato CD. “Me dijeron que salía en mayo. Me enteré porque de repente empecé a recibir felicitaciones”, me comenta desde el otro lado del hilo telefónico, en su casa de Basilea, donde aún reside.
–El programa del álbum es muy parecido al que presentó hace unas semanas en el Espacio Turina de Sevilla. ¿Por qué este interés por la música española de la Ilustración?
–Fue a raíz de llegar a la Schola Cantorum de Basilea hace cinco años. Fue mi profesor Andrea Marcon quien me puso a tocar música de Correa de Arauxo y después me orientó hacia esta música del XVIII. Me interesó mucho desde el principio.
–En lugar de acercarse a los grandes del clave de la época (Bach, Couperin...) se decidió por músicos que, salvo Scarlatti, son poco conocidos; fuera de España, aún menos. ¿Buscaba un nicho de mercado?
–En absoluto. No hubo detrás ninguna estrategia digamos comercial. Llegué a esta música, me interesó y decidí profundizar en ella. Como dice bien, si en España los nombres de Nebra, de Soler y de Albero son todavía algo conocidos, por aquí, por Centroeuropa casi nadie sabe nada de ellos, incluso los profesionales de la música. Me pareció que merecía la pena darlos a conocer.
–El caso de Sebastián de Albero es sintomático. En el CD se incluye una de esas seis Recercatas, Fugas y Sonatas cuya integral grabó hace unos años Alejandro Casal y que son obras únicas del repertorio europeo...
–Exacto. Son trípticos muy originales. Esa estructura no existe en ningún lado. La forma de la recercata no se encuentra tampoco para nada en la música española, exceptuando acaso los Preludios que incluyó Soler en La llave de la modulación, de los que he grabado tres, pero son un poco distintos, no tienen compás, como los preludios non mesurés franceses, y ese es el único caso que yo conozca en la música española. Las fugas son prácticamente únicas también. Sólo encontramos algo en Nebra: en la Sinfonía II hay una fuga parecida, así muy larga, con muchas modulaciones, pero tampoco es algo común. La sonata en cambio sí es habitual, porque es muy scarlattiana, pero dentro de un tríptico como este yo no conozco ninguna más que estas de Albero.
–Y Nebra. Conocido por su música teatral y religiosa, pero de su obra para tecla no se hace nunca prácticamente nada.
–Son obras que se hallaron en un archivo de Zaragoza en los años 80 y acaso por eso se conocían menos. De hecho, una de las dos sinfonías que he grabado es primicia mundial en disco. En ellas hay algunos elementos que podemos relacionar con Scarlatti e incluso con Albero, pero hay muchas otras influencias. La Sinfonía VIII es muy francesa. Quise mezclar esta música muy poco conocida con piezas más difundidas, como las sonatas de Scarlatti, los preludios de Soler o el Fandango de Félix Máximo López, pero siempre dando mi propia visión de ella.
–Estira la música española de la era de las Luces hasta dos compositores que ya murieron bien entrado el siglo XIX, como López y Mateo Pérez de Albéniz. Tanto en el Fandango del primero como en la Sonata del segundo añade castañuelas y un par de guitarras...
–Quería meter también el perfil folclórico que hay en estas músicas y que está igualmente presente en Scarlatti, en Albero y hasta en Soler (aunque no en los Preludios del disco). De hecho el Fandango más famoso de todos es el de Soler. Y yo quería poner algo puramente folclórico, y por eso añadí las castañuelas y las guitarras, que era una práctica habitual en la época. Era la forma de darles una dimensión distinta, aportarles color, porque si no, pueden quedar un poco planas.
–Acaba de participar en el FeMÀS con su conjunto Flor Galante, ¿cómo le va al grupo?
–Hemos tenido conciertos ahora en el FeMÀS y en la Fundación March, y estamos intentando ampliar la agenda, pero no es fácil, porque ahora yo estoy sola en Basilea. José Manuel [Cuadrado, el oboísta del conjunto, también sevillano] se ha ido a Sevilla, y los dos compañeros alemanes están cada uno en un sitio. Reunirnos para ensayar es difícil, pero estamos tratando de consolidarnos. Aunque nos conocimos en La Haya, fue aquí en Basilea donde decidimos tomarnos el grupo en serio.
–¿Tiene planes de seguir profundizando en esta música española?
–De la época, me interesa mucho también un compositor portugués que tiene mucha relación con todo esto, Carlos Seixas, y siempre puedo toparme con alguna cosa que despierte mi interés, pero después de cinco años de una dedicación muy intensa, no me gustaría encasillarme y quiero preparar otro tipo de proyectos.
–Este año se cumplen los 275 años del nacimiento de Manuel Blasco de Nebra, un sevillano cuya obra casi sólo tocan los pianistas. ¿No le interesa dar su visión de esa música?
–Me parece una música muy interesante, pero Javier Núñez está trabajando en ella desde el clave. Nunca se sabe lo que haré en el futuro, pero ahora mismo no está dentro de mis planes.
–Pues cuénteme cuáles son esos planes...
–Estoy trabajando en un programa alrededor de dos manuscritos del entorno del joven Johann Sebastian Bach: el Andreas-Bach-Buch y el manuscrito Möller, ambos recopilados por su hermano y profesor, Johann Christoph Bach. El programa va dedicado tanto a obras del joven Bach como de otros compositores que influyeron en el desarrollo de su estilo, como Böhm, Ritter, Buxtehude y Marchand.
La ficha
SCARLATTI & BEYOND
Félix Máximo López (1742-1821): Variaciones del fandango español
Sebastián de Albero (1722-1756): Recercada, fuga y sonata prima [Obras para clavicordio o pianoforte, 1747]
Antonio Soler (1729-1783): Preludio IV en fa menor [Llave de la Modulación y Antigüedades de la Música, 1762]
Domenico Scarlatti (1685-1757): Sonata en fa menor K.69 / Sonata en do menor K.115
José de Nebra (1702-1768): Sinfonía II en mi menor
Antonio Soler: Preludio III en do mayor [Llave de la Modulación y Antigüedades de la Música, 1762]
José de Nebra: Sinfonía VIII en do mayor/menor
Antonio Soler: Preludio I en re menor [Llave de la Modulación y Antigüedades de la Música, 1762]
Mateo Pérez de Albéniz (1755-1831): Sonata en re mayor
Irene Roldán, clave
Pablo FitzGerald y Asako Ueda, guitarras barrocas; Alberto Miguélez Rouco, castañuelas [en López y Albéniz]
Passacaille
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