"El problema es que la mayoría del cine que se hace en el mundo no se ve"

Manuel Pérez Estremera es un hombre de cine. Ex director del Festival de San Sebastián, del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) y de TVE, esta semana su cargo es el de presidente del jurado de ficción del Festival de Cine Africano de Tarifa (FCAT). El 90 por ciento de los filmes del certamen que se han visto y se proyectarán hasta mañana son estrenos en España. Llegar han llegado, gracias a la cita cinematográfica tarifeña. Otro cantar será el recorrido que espera a ese centenar de títulos a partir de ahora. A tenor de las consideraciones de Pérez Estremera, duro futuro es el que les aguarda. La dictadura del mercado es feroz, lamenta un hombre que sabe de lo que habla.

Preguntado por las dificultades que encuentra el cine africano para la distribución y la exhibición, Pérez Estremera, sentado plácidamente a la espera de la siguiente proyección, expande su respuesta y su análisis. "Es un problema con todo, incluido el cine español, que la mitad no se ve. No es un problema extraño. El mercado está como está", censura. "Se ha consolidado el mercado en el que lo que prima es lo que da mayor rendimiento. Ese es el problema de considerar a las artes un mercado; y son algo más. El problema es el mismo que se puede encontrar con cine finlandés o con cine alemán. Quizá más grave con cine africano porque se conoce todavía menos, pero la mayoría del cine que se hace en el mundo, menos el norteamericano, un poquito el francés y un poquito el español, no todos, no se ve y hay que ser conscientes de ello".

Pérez Estremera recuerda que "hubo una época, en los ochenta, en la que no se veía todo, pero se veía más que ahora". Aún antes -sigue el hilo de su memoria el madrileño-, en los sesenta, sobre todo el festival de Cannes sí se abría más al cine africano, aunque fueran coproducciones pilotadas desde París, matiza.

El FCAT saca a la cinematografía de continente vecino del anonimato, aunque todavía es una utopía ver una presencia regular de cine africano en los grandes festivales, como el que dirigió Pérez Estremera. "Alguna cosita sí se ve en Cannes, muy poco, y en Berlín, Venecia, San Sebastián, en zonas muy residuales. Es un cine que, como se ve poco, hay poca demanda y, como hay poca demanda, no se interesan mucho los festivales por él", expone el presidente del jurado del certamen tarifeño.

Pérez Estremera regresa a su discurso crítico: "El cine africano tiene notables dificultades económicas y, por lo tanto, tampoco es el cine más brillante del mundo. Hay cosas muy interesantes, pero realmente no tiene los presupuestos o las posibilidades narrativas que otros cines que la gente está más habituada a ver y al que le han conducido, un cine más preferente para ver, el que es divertido, es comercial, entretiene, el que no preocupa. Esas frases las hemos oído cuarenta veces. Voy al cine para que no me meta los problemas que ya vivo. Bueno, nadie dice eso de los libros, curiosamente. Se supone que se ha introducido muy bien eso que se llama marketing y que la gente entiende que esto es una cosa para reírse y divertirse y parece que otras no les interesan. Yo creo que no es así, pero el mercado lo ha hecho así. Hoy el mercado está por encima de la creación, lo cual no quita que haya creaciones muy aburridas o que haya cosas de mercados buenas. Sin hacer exageraciones hacia un lado o hacia otro, es verdad que aquí ya sólo se habla del mercado o el mercado. Ese es el problema, sigue siéndolo y es un poco eterno".

En esa situación, Pérez Estremera valora lo que realiza un certamen como el de Tarifa. "Me parece un esfuerzo muy notable y muy favorable a los cines que siempre están marginados. En ese sentido me parece interesante y por eso estoy aquí", afirma.