Rafael Guzmán: "Si queremos ser longevos tenemos que huir del estrés"

Entrevista

El director de la clínica Metódica, en Córdoba, publica 'Cómo llevar joven a viejo', donde propone hábitos saludables para ralentizar las manecillas del reloj biológico

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Rafael Guzmán, director Metódica, posa con su nuevo libro 'Cómo llegar joven a viejo'.
Rafael Guzmán, director de Metódica, posa con su nuevo libro 'Cómo llegar joven a viejo'. / Luis Navarro
Ángela Alba

05 de abril 2025 - 12:03

Córdoba/El especialista en medicina de estilo de vida Rafael Guzmán acaba de publicar Cómo llegar joven a viejo (Espasa), un libro en el que ofrece las herramientas necesarias para ganar en bienestar y propone hábitos saludables para conseguir ralentizar las manecillas del reloj biológico. Licenciado en Kinesiología y Fisiatría por la Universidad de San Martín (Buenos Aires) y diplomado en fisioterapia por la Universidad de Cádiz, hace algo más de cuatro años abrió en Córdoba la clínica Metódica, en la que ayuda a sus pacientes a poner en práctica un nuevo estilo de vida. Su éxito es tal que ha atraído a personajes famosos como actores de cine y presentadores de televisión.

Pregunta.¿Qué aporta este nuevo libro con respecto a Tu cuerpo, tu hogar, publicado el pasado año?

Respuesta.Este libro es un acercamiento al camino hacia la senectud, de lo que no hablábamos en el primer libro. En ese daba algunas claves para mejorar la calidad de vida, la salud y a nivel preventivo, pero no ahondábamos en el tema del envejecimiento. En este libro, he procurado mantener un rigor científico bastante importante, tiene más de 300 artículos científicos, más de 300 bibliografías, pero he mantenido ese lenguaje coloquial para que todo el mundo lo entienda. Hablo principalmente de que el camino hacia el envejecimiento puede ser una maravillosa ocasión para reconciliarnos con nuestro antepasado y quitarnos ese miedo al sufrimiento que está asociado al envejecimiento. Luego, hablo de todos los factores que nos envejecen, por lo menos los factores biológicos, y qué estrategias, qué trucos, podemos hacer en nuestro día a día para enlentecer ese envejecimiento. Son estrategias fáciles, no son cosas complicadas. Hablo también de suplementos que podemos tomar, alimentos que podemos tomar, en cuanto al envejecimiento que tienen rigor científico.

P.¿Existe entonces el secreto de la eterna juventud?

R.No, la eterna juventud no existe. Nosotros tenemos un potencial de envejecimiento establecido que está en torno a 115-120 años, según dicen los estudios científicos. En el libro hablo de cómo acercarnos a ese potencial de envejecimiento, a ese potencial de salud. A día de hoy nuestra esperanza de vida, que es un término que nos induce a error, nos acerca a los 84 años aproximadamente en España. Y yo lo que pretendo es que los lectores no tengan ese punto de referencia de los 80 y pico años como edad máxima, sino que logremos acercarnos todo lo posible a nuestro potencial, que está en 115-120 años.

Tenemos un potencial de envejecimiento establecido que está en torno a 115-120 años"

P.La esperanza de vida ha ido en aumento, sin embargo cada vez tenemos más enfermedades: cáncer, ictus en gente muy joven, infartos... La calidad de vida sí ha ido empeorando.

R.El problema es que el término esperanza de vida es un indicador estadístico que nos presupone la edad que vamos a cumplir naciendo en un país concreto, en un código postal concreto, y considerando que las circunstancias socioeconómicas y sanitarias no van a variar a lo largo de nuestra vida. Pero no es un indicador real. ¿Por qué? Porque si en ese país hay, por cualquier motivo, un incremento de la mortalidad infantil, la esperanza de vida se acorta mucho. Lo comento en el libro, que a principios del siglo XX la esperanza de vida en España rondaba los 50 años, sin embargo todos nuestros abuelos han cumplido 70, 80 e incluso 90. Por lo tanto, la esperanza de vida no es un término que tendríamos que tener en nuestra cabeza. Luego, hago la distinción que en distintas edades: todo el mundo se rige por la edad cronológica, pero realmente esta sirve a nivel burocrático para establecer nuestros calendarios, nuestra edad de jubilación, etc.; realmente lo que importa es la edad biológica. Por eso tenemos hoy, en los países principalmente occidentalizados, una población muy joven cronológicamente hablando pero muy vieja desde un punto de vista biológico. Por eso, entre otras cosas, cada día vemos más enfermedades en edades más jóvenes, cronológicas, pero no biológicas. Si pudiésemos medir, y se puede medir, la edad biológica de nuestra población nos daríamos cuenta de que estamos envejecidos.

Rafael Guzmán, en su clínica Metódica.
Rafael Guzmán, en su clínica Metódica. / Luis Navarro

P.¿Era más sano el estilo de vida de nuestros abuelos?

R.Sí, sin duda, y además nuestros abuelos consumían menos fármacos de los que consumimos hoy día. Quizá tenían menos acceso a ciertos recursos, pero sin duda la calidad de vida era mucho mejor que la de ahora. Era más respetuosa con las leyes que nos gobiernan.

P.Estamos viendo un aumento muy importante de la obesidad y del síndrome metabólico a edad infantil. ¿Qué estamos haciendo mal como sociedad para que se esté produciendo esto en niños muy pequeños?

R.La salud de nuestros hijos empieza a fraguarse en el útero materno. Por lo tanto, estamos empezando a hacer las cosas mal desde el embarazo. ¿Y qué nos ha arrastrado a esto? Son varios factores. El primero es que el avance tecnológico nos ha proporcionado ciertos instrumentos que en teoría deberían ahorrarnos tiempo para dedicarlo a ocio unido a movimiento, como hacer deporte, pasear, etc., pero, por desgracia, el tiempo que dedicamos a los dispositivos móviles cada día es más grande. Y en los niños supera con creces la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es decir, los niños pasan una media de casi cinco horas al día pegados a las pantallas. Y eso se traduce en sedentarismo, obesidad, síndrome metabólico.... A eso se le añade que un porcentaje muy alto de los alimentos que consumen los niños son ultraprocesados. Hay un consumo de hidratos de carbono disparado, lo cual también influye en el peso corporal. Y, por desgracia, el número de horas que duermen los niños cada día es menor. Estamos viendo un incremento de insomnio infantil ocasionado principalmente por los dispositivos móviles. Aproximadamente el 85% de los adolescentes duermen con el móvil debajo de la almohada o a menos de medio metro de la cabeza. Es una auténtica barbaridad. Entonces, hay una serie de factores que nos arrastran, sí o sí, a la obesidad y al síndrome metabólico.

La calidad de vida de nuestros abuelos era mucho mejor que la de ahora"

P.En el libro habla de la importancia de sentirse parte de un colectivo. ¿Esto en qué nos influye a nivel de salud?

R.La esfera psicoemocional repercute directamente sobre nuestra edad biológica. Es decir, si yo estoy sometido a un sentimiento de soledad, considerando soledad esa falta de vínculo, esa falta de conexión a algo, a un colectivo, a un grupo de personas o a una persona. El sentimiento de soledad es uno de los factores que consideramos los seres humanos más terroríficos. Es decir, cuando una persona se siente sola, literalmente empieza a segregar una serie de sustancias químicas inflamatorias que nos pueden producir dolores articulares, problemas orgánicos, cualquier tipo de enfermedad. Solamente falta tener una predisposición genética y esto es un desencadenante. Entonces, aunque vivimos en ciudades donde conviven cientos de miles o millones de personas, el sentimiento de soledad cada día está más presente, sobre todo en nuestras personas mayores. Y en el libro defiendo la postura de las personas mayores, a las que deberíamos de darle de nuevo su espacio dentro de la sociedad. Por desgracia, hoy día esta política que tenemos de productividad, de capitalismo y de prisa han ido dejando a nuestros abuelos apartados, un poco rezagados, y se sienten cada vez más solos, se sienten poco integrados, entre otras cosas por la tecnología. Entonces, la soledad, el sentimiento de culpa, el estado de ánimo bajo, la depresión, etcétera, son factores psicoemocionales que merman nuestra calidad de vida y te diría que casi el 60 o 70% de las patologías crónicas, su origen son los factores psicoemocionales.

Rafael Guzmán, en su despacho en la clínica Metódica.
Rafael Guzmán, en su despacho en la clínica Metódica. / Luis Navarro

P.Sitúa el sueño en el top de los hábitos saludables que deberíamos seguir. ¿Cuántas horas deberíamos dormir? ¿Es igual para hombres y mujeres?

R.La bibliografía habla de que hay que diferenciar varios grupos poblacionales. Los que más deberían dormir son los bebés, evidentemente, luego los adolescentes y después las personas adultas. Si nos referimos a los adultos, deben dormir entre siete y nueve horas. Es lo mínimo. Por debajo de siete horas ya empezamos a tributar con salud. Sobre la distinción entre el hombre y la mujer; hay alguna bibliografía que habla de que la mujer debería dormir quizá un poco más que el hombre, pero no más allá de las nueve horas. Cuando una persona duerme más de nueve horas quizás sea señal de que hay alguna perturbación en su organismo, alguna patología de fondo que nos está llevando a dormir más. Lo que habitualmente tarda el cerebro en limpiarse son entre siete y nueve horas y cuando está limpio nos despierta. El cerebro de noche activa un mecanismo que se llama el sistema glinfático, que ayuda a eliminar todos los residuos metabólicos de las neuronas del sistema nervioso y una vez que está limpito nos despierta. De día nosotros estamos envejeciendo y de noche cuando dormimos estamos rejuveneciendo. Eso nos lo tenemos que meter en la cabeza. Si no respetamos eso el envejecimiento está asegurado. Cuanto menos durmamos, menos vivimos.

P.¿De qué forma influye el estrés en el sueño?

R.El estrés influye en todos los factores de envejecimiento. Es decir, el estrés es un catalizador de todos los factores de envejecimiento que hablo en el libro. De la oxidación celular, del acortamiento de los telómeros, de la caramelización de las proteínas, de la alteración de los sistemas de detección de nutrientes. Es decir, todos los factores que nos envejecen el estrés lo que hace es acelerarlo. Por lo tanto, si queremos ser longevos tenemos que huir del estrés 100%. El estrés va a mermar o mi capacidad de conciliación del sueño o mi capacidad de mantenimiento del sueño. Es decir, hay personas que tienen dificultad a la hora de conciliar el sueño y hay otras que se duermen fácil pero luego a las cuatro de la mañana se despiertan y ya no se duermen. Habitualmente, el estrés lo que nos fastidia es principalmente el segundo tipo de insomnio, el que nos despierta a las cuatro de la mañana. Pero, como te digo, el estrés es el enemigo número uno del envejecimiento.

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