La saeta por seguiriyas

Antonio el Mochuelo o El Canario Chico son nombres fundamentales en la configuración de la saeta moderna, aunque su contribución no ha sido reconocida hasta ahora

El saetero José de la Tomasa es sobrino nieto de Manuel Torre, uno de los configuradores del estilo.
El saetero José de la Tomasa es sobrino nieto de Manuel Torre, uno de los configuradores del estilo.

Ni Enrique el Mellizo ni Manuel Centeno. La saeta es el género flamenco sobre el que más se ha escrito. Y sin embargo su origen y desarrollo son desconocidos para la mayoría de los aficionados, así como para el público en general, no flamenco, que sin embargo disfruta de esta manifestación jonda popular y callejera. Y es que en esa abundante bibliografía de la que hablaba arriba se han hecho todo tipo de especulaciones, muchas de ellas sin base histórica alguna, que además se han ido repitiendo hasta la saciedad hasta hoy. Aquí vamos a trazar un mapa de su evolución a través de las grabaciones históricas, algunas de las cuales están incluidas en la presente recopilación. Afortunadamente, la restauración de los antiguos soportes de cera y de pizarra nos permite dibujar una historia fidedigna de la saeta por seguiriyas, la más popular, la saeta por martinetes y la saeta por carceleras. Y, como decía arriba, de esta historia están ausentes algunos de los nombres que habitualmente se citan, incluso hoy, como configuradores de la saeta flamenca.

La llamada saeta llana, de la que hoy quedan muestras en diferentes localidades andaluzas, es probablemente la primera que cantaron los flamencos. Su eclosión coincide con la creación del género del cante flamenco de la mano de Silverio Franconetti. La llamada saeta llana es, con toda probabilidad, la que cantaron Silverio y sus discípulos, incluido Chacón. Tenemos constancia documental de que Chacón registró diferentes cilindros de cera por saetas, pero ninguna de estas grabaciones ha llegado hasta nosotros. Ésta es la historia, a través de los testimonios sonoros, de cómo esta primitiva saeta llana se convirtió en la saeta por seguiriyas.

La primera saeta de la discografía es un registro del cantaor Manuel Reina El Canario Chico, que hacia 1895 grabó dos cilindros de cera con el nombre de Semana Santa en Sevilla. En ellos canta la llamada saeta llana, pero introduce ya algunos de los recursos asociados al cante jondo, melismas y repeticiones. También encontramos otro elemento característico de la saeta grabada: el acompañamiento de banda. La evolución de la saeta flamenca es el testimonio de la propia evolución del cante jondo hacia un estilo cada vez más barroco y recargado. Pero la melodía primitiva de la saeta, en su fundamento, permanecerá a lo largo del tiempo. Estas saetas del Canario Chico tuvieron un gran éxito, por lo que, en años sucesivos, muchos otros cantaores la registrarían con parecidas características. El propio Antonio Pozo El Mochuelo la grabó en repetidas ocasiones, pero en 1907 introduce en la grabación un fragmento de la llamada toná del Cristo, un cante del repertorio de Chacón, que será otro de los recursos característicos de algunas saetas jondas.

Pero la auténtica revolución, la que marcaría el rumbo definitivo desde la saeta llana hasta la saeta por seguriyas, se da en una pizarra del año siguiente. En1908 se publica un disco duro con dos saetas, una de La Serrana y otra de Manuel Torre. El cante de La Serrana, Los cielos se enturbecieron, es otro hito. Pero con la interpretación de Manuel Torre queda ya fijada la saeta por seguiriyas en lo que se refiere al número de versos musicales. Se trata, por tanto, de un enorme paso adelante. Una obra maestra que, con todo, se remataría más tarde. La Serrana era hija de Paco la Luz y trasmitió el cante por seguiriyas de este cantaor. Manuel Torre es uno de los mitos flamencos de la historia, conocido también por sus cantes por seguiriyas. La saeta de Torre la grabaron con estos mismos presupuestos estéticos La Niña de los Peines, Pastora Imperio, Emilia la Satisfecha y Manuel Centeno. En 1923 El Cojo de Málaga da un paso más hasta la saeta por seguiriyas como la conocemos hoy con dos grabaciones, Con un sudor frío y Desatarle las muñecas, un tipo de saeta que grabarían Vallejo, Niño del Genil, La Trinitaria, Manuel Torre y el propio Cojo.

Pero es en 1931 cuando la saeta por seguiriyas queda plenamente definida con las dos que graba el Niño Gloria ese año, la primera con la letra Toas las mares tienen pena. Una vez configurada y establecida esta saeta, el resto de saetas "por seguiriyas" desaparece, puesto que esta nueva saeta por seguiriyas sustituye a la anterior. Y queda la llamada saeta llana como un resto de lo que hoy se considera folclore. El primer registro de la saeta llana, si no consideramos como tal la del Canario Chico, es de 1955, año en la que Arcadio Larrea la recoge de boca de José Sánchez León en Ronda. Esta saeta llana subsiste con variaciones en Marchena, La Puebla de Cazalla, Utrera, Mairena del Alcor, Castro del Río, Lucena, Cabra, Puente Genil (donde se las llama cuarteleras porque la cantan varios cantaores), Alhaurín el Grande, Arcos de la Frontera y Alosno.

Manuel Vallejo graba en el mismo 1931 el modelo del Niño Gloria y le añade la toná del Cristo completa, incluida en la presente recopilación.

Como estilo sin guitarra, pasado el tiempo la saeta también se cantó por martinetes y tonás. Cuando estos palos se pusieron de moda, después de la Guerra Civil, la saeta también asumió estas melodías para ser interpretada. El primer registro es de 1925 y lo llevó a cabo José Cepero, Martinete y saeta. Es el inicio de la saeta por martinetes, que remata con la toná del Cristo. Aunque no se consagra hasta 1945 con el disco Saeta por martinetes de Pepe Pinto que incluye una saeta por martinetes y otra por seguiriyas.

Hay que hablar de un último estilo, la saeta por carceleras, que es una modalidad de la saeta por martinetes. Habitualmente este tipo de saeta está asociado a la Niña de la Alfalfa, cantaora sevillana incluida en la presente recopilación. La primera grabación que he localizado es de ella y se registró en directo en La Campana de Sevilla en la Semana Santa de 1928. La llevó a cabo el ingeniero inglés H. E. Davidson con un equipo móvil y se registró a varios cantaores al mismo tiempo. De esta manera quedan definidas todas las variantes de saetas que se cantan hoy, ya que la llamada saeta malagueña es en realidad una saeta doble, por seguiriyas y martinetes, que puso de moda el cantaor Antonio de Canillas.

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