"Durante toda mi vida no he hecho otra cosa que hacer canciones"
Abrir la obra es destapar un viejo arcón. Portadas de discos, fotografías marcadas con anotaciones, fechas, nombres, manuscritos, pequeñas anécdotas a los márgenes y canciones, muchas canciones. Y es que este pesado baúl que la editorial Temas de Hoy ha convertido en libro es la caja de recuerdos de un cantautor, uno de los mejores de nuestro país, un trovador incansable que dice que durante toda su vida no ha hecho otra cosa "que hacer canciones". Victor Manuel ha tenido que Vivir para cantarla.
"Cuando empecé a recopilar todo el material me abrumó un poco porque ví todo lo que había estado haciendo: exclusivamente canciones como medio de vida. Y también porque hay periodos que tenía muy perdidos, como entre el 73 y el 79. Y la verdad es que he encontrado canciones hasta debajo de las piedras", cuenta la voz dulce del de Mieres del Camino que alude "al amor, la solidaridad, la indignación" y, por su puesto, a su Asturias natal como motor de sus composiciones.
Más de 400 páginas que recogen casi cuatro décadas de trayectoria musical sirven al artista para "poner en orden" su profusa carrera profesional. "Pero, sobre todo, este cancionero está dirigido a la gente que te sigue, así ellos pueden ver todas las cosas que tienes por ahí", opina.
Vivir para cantarla -título que recuerda a los escritores Juan García Hortelano, García Márques y al disco que Víctor Manuel grabó con la Sinfónica en el 98- es un rótulo profundamente pensado y escogido. "Siempre he cruzado vida y canciones. En mis canciones hablo de mí, no me invento una vida, siempre canto en primera persona", confiesa el autor de El abuelo Vítor, Solo pienso en tí o Bailarina, entre otras.
En el cancionero hay de todo. Desde unas palabras del propio autor, a un prólogo de su amigo Joaquín Sabina, hasta todas las canciones que ha escrito para él, incluso las de su próximo disco que sale en febrero, y para otros. "Realmente he escrito muy poco para otros. Por lo general he escrito para Ana y le he hecho adaptaciones de las canciones que a ella le gustaban", narra Víctor Manuel que, además, relata que "cuando escribo algo que no meto en mis discos no lo doy a otro autor porque si no sirve para mí tampoco sirve para otro".
Ni el tiempo ni el mundo han cambiado la esencia humilde de este cantautor comprometido, sensible y ávido lector de poesía, que "a pesar de los años" sigue componiendo "de la misma manera", con el aislamiento como mejor aliado, y que sigue encontrando la inspiración en todo lo que le rodea: "En el mundo, en las noticias. Nos bombardean con miles de imágenes, de estímulos que yo traduzco en canciones. Aunque sí es verdad que tenemos un exceso de información y muchas veces nos cuesta distinguir entre verdad y mentira porque todo parece tan dogmático, tan verdadero. Admitimos que todo lo que está colgado en Internet es verdad, que en Wikipedia está la fuente del saber, las nuevas tecnologías como tótem sagrado", advierte, sabio.
La salud política del país sigue preocupando a un artista clave en el periodo de la Transición española. "No quiero hablar mucho del periodo anterior de presidencia porque parece que a Aznar le van a caer ahora todos los chuzos pero es cierto que fue un periodo negativo de la historia de este país o por lo menos así lo veo yo", juzga el cantante que observa como en la actualidad "la extrema derecha ha vuelto a la carga". "De nuevo se creen los reyes del pollo frito y aunque son pocos están armando mucho ruido hablando de cosas de hace 30 años que creíamos superadas".
Víctor Manuel, afortunadamente, no cierra el arcón aún. Queda una rendija abierta. Seguro que caben más canciones.
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