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En los últimos meses, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha renovado sus amenazas de imponer aranceles a productos europeos. Estas advertencias han encendido las alarmas en el sector empresarial, temeroso de un impacto severo en su competitividad en aquel mercado. Este artículo analiza la importancia de las exportaciones españolas a EEUU, su composición sectorial y las implicaciones que tendrán estas amenazas en el PIB español en el caso de que se materialicen.
Las exportaciones españolas de bienes a EEUU en 2024, según un reciente informe de CaixaBank Research, alcanzaron los 18.700 millones de euros, el 4,9% del total. Esto posiciona a EEUU como el sexto destino de las exportaciones españolas y el segundo fuera de la UE, detrás del Reino Unido. Sin embargo, en términos relativos, España muestra una menor dependencia del mercado estadounidense en comparación con otros países europeos. Por ejemplo, las exportaciones de Italia a EEUU representan el 10,7% de su total, las de Alemania el 9,9% y las de Francia el 7,3%.
Estas exportaciones españolas tienen una composición sectorial diversificada, destacando especialmente en tres grandes categorías. Los bienes de equipo, como maquinaria industrial y aparatos eléctricos, constituyen el 30% del total; las semimanufacturas, que incluyen productos químicos y materiales básicos, representan otro 30%; y los productos alimentarios ocupan el tercer lugar, con un 18% del total exportado, siendo especialmente relevante el aceite de oliva.
Otro informe de CaixaBank Research, también publicado el mes pasado, no sólo describe las exportaciones españolas, sino que cuantifica qué impacto sufrirían con un aumento de los aranceles. Así, si la subida de los aranceles fuese hasta el 10%, podría reducir el PIB español en aproximadamente un 0,1%, equivalente a 1.388 millones de euros. En el caso de un incremento mayor, del 20%, el impacto ascendería al 0,2% del PIB, es decir, unos 3.181 millones de euros. Los sectores más expuestos serían aquellos con una mayor dependencia del mercado estadounidense, como los bienes de capital (maquinaria, equipos eléctricos y electrónicos), productos químicos, minerales y metales.
En principio, parece que el efecto sería moderado, pero hay que tener en cuenta que también habría efectos indirectos, que podrían amplificar las consecuencias económicas. Además, aunque no sea un golpe muy significativo a nivel global, sí puede serlo para algunos sectores estratégicos, como el alimentario y el químico.
Las relaciones comerciales también son importantes en el otro sentido: las importaciones españolas de bienes procedentes de EEUU ascienden a 15.200 millones de euros, el 4,5% del total. En particular, destacan las importaciones de productos farmacéuticos, maquinaria industrial y gas natural licuado. Las relaciones comerciales con ese país son, por tanto, de enorme relevancia, por ser proveedor estratégico en sectores claves y por ser destino de una porción importante de nuestras exportaciones. El saldo comercial final de España con EEUU presenta un superávit de 3.500 millones de euros. Esperemos que no se avance en una escalada de aranceles en las que todos los países saldrían perjudicados.
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