Legados solidarios para una huella social duradera

En un contexto en el que las situaciones de desigualdad y exclusión son fenómenos omnipresentes, encontrar fórmulas para contribuir a diferentes causas sociales constituye una preocupación creciente. Una de las vías más impactantes y duraderas de hacerlo es a través de legados solidarios, o disposiciones testamentarias mediante las que una persona decide destinar parte de su patrimonio a una entidad sin ánimo de lucro, asegurando que sus recursos se utilizan para generar un impacto positivo en la sociedad.

Se trata de una práctica que, en España, aún no tiene demasiado recorrido, siendo más frecuente en otros países como Reino Unido, Alemania o Estados Unidos, donde se ha establecido como una opción consolidada para aquellos que desean dejar una huella social en su comunidad. En nuestro país, quizás, falta conocimiento sobre el tema, y persisten asimismo ciertos tabúes culturales en torno a la muerte y al testamento, que actúan como frenos, pese a tratarse de una opción compatible con legados a herederos u otra opción a las herencias abintestato, esto es, herencias a favor del Estado en caso de ausencia de herederos. Sin embargo, esta tendencia está cambiando y así lo avalan las últimas cifras, que arrojan un crecimiento del 33% de los testamentos solidarios en 2023, alcanzando los 54,5 millones de euros.

Tras este incremento subyace una reflexión cada vez más generalizada: un legado solidario es una fórmula poderosa de perpetuar nuestras convicciones. Es una decisión que trasciende nuestra vida, permitiéndonos seguir contribuyendo a las causas que defendimos durante la misma, y convirtiéndose en una expresión de generosidad y compromiso. Las personas que se decantan por esta fórmula están dejando a la sociedad una parte de sí mismas, una expresión tangible de sus valores y deseos de un mundo más justo y solidario.

Por otra parte, los legados solidarios son un gran instrumento para fortalecer el tejido social, posibilitando a las organizaciones sin ánimo de lucro expandir su radio de acción y planificar con más seguridad sus proyectos. Saber que cuentan con estos recursos les permite embarcarse en iniciativas más ambiciosas, que de otro modo no serían viables. Un buen ejemplo es nuestro Programa Dorotea, cuyo objetivo es impulsar el empleo de personas con altas capacidades y bajos recursos económicos. Desarrollado por la Fundación y , fruto de un legado solidario, este proyecto nos ha permitido extender el alcance de nuestra misión social y tender una mano a un segmento de la población que permanece invisibilizado, pero que alberga un gran talento y potencial.

En los próximos años, y bajo el amparo de buenas prácticas como el Proyecto Dorotea, seguramente veremos un aumento significativo de los legados solidarios en España. Dejemos una huella positiva que hable de nuestra humanidad y compromiso con el desarrollo y el bienestar de la sociedad.