Socorro ¡Los niños!

Socorro, auxilio ¡los niños! Que alguien nos ayude. ¡Las vacaciones escolares ya están aquí! ¿Qué podemos hacer? Los meses han pasado con gran rapidez, levantarlos, un desayuno rápido y dejarlos en el colegio, pero ¿ahora qué? Son muchas horas seguidas con ellos y para estresar más el día también se han terminado las actividades extraescolares, la academia de inglés, las clases particulares, incluso los clubes deportivos infantiles han terminado sus ligas.

Nuestra casa se llena de ruidos, de desorden. Por favor, que los maestros manden muchas tareas para casa, que me pasen el teléfono de algún profesor particular, de alguna academia con un curso intensivo de verano de lo que sea, clases de natación para que vengan duchados y un campamento urbano para que lleguen cansados. O mejor, un campamento fuera de la localidad, en contacto con la naturaleza, para que podamos respirar por lo menos durante una quincena. Y si existen posibilidades económicas mejor enviarlos al extranjero para que perfeccionen el inglés.

Todo lo descrito está bien. Son buenos los campamentos urbanos que tenemos en nuestras localidades. Es importante aprender a nadar desde temprana edad. Las actividades en grupo son importantes para los pequeños, sobre todo por la socialización. Pero tener “pánico” porque el alumnado deje el colegio, no. El alumnado también necesita romper esa rutina, el sentirse continuamente evaluado actitudinal, procedimental y conceptualmente. Ellos también tienen la necesidad de sentirse libres del control del profesorado “gruño”. ¿Para qué pedir tareas escolares para el verano? ¿Cuándo un adulto se va de vacaciones se lleva su deber laboral también a casa? No. El mejor refuerzo de las matemáticas es que participen en las compras, que comprueben cuanto cuestan los productos, que sean ellos los que paguen.

Las vacaciones son para disfrutarlas en familia, compartan con ellos todos los momentos que puedan. Playa en familia y que sean ellos los que elijan donde vamos a comer, la película que queremos ver, la música que desean escuchar y comeos juntos una nube de algodón. ¿Cuánto tiempo hace que no habláis? No para darle un consejo o regañar, sino por el placer de estar juntos. Ir juntos a una librería y dejarlos que escojan el libro, el comic o el manga que prefieran, no el que tú elijas.

Disfrutad, pero no los engañemos, la vida no es fácil. Las vacas no dan leche, tienes que ordeñarlas. Los tomates no crecen solos, tienes que sembrar, cuidar, regar y quitar la mala hierba para que nazca este sabroso fruto. Los cajeros bancarios tampoco dan dinero, es tuyo y te ha costado trabajo conseguirlo. Tampoco la cama se hace sola ni se arregla la casa con magia.