Manuel A. Glez. Fustegueras

El viñedo del Marco de Jerez como Patrimonio Mundial

13 de septiembre 2024 - 03:06

El viñedo del Marco de Jerez, célebre por producir algunos de los vinos más prestigiosos del mundo, es un paisaje cultural de un valor incalculable. Con más de 3.000 años de historia, este viñedo no solo constituye un motor económico, sino también un símbolo de la identidad y las tradiciones de Andalucía. Por ello, propongo su candidatura para ser declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, bajo la categoría de Paisaje Cultural Agrario, que incluye aquellos paisajes donde la actividad agrícola ha moldeado y mantenido el entorno a lo largo del tiempo, combinando elementos naturales y culturales.

Algunos ejemplos de Paisajes Culturales Agrarios ya reconocidos por la UNESCO son los viñedos de Borgoña, de Champagne o del Valle del Loira en Francia, el Paisaje Cultural Cafetero en Colombia, el Alto Duero en Portugal, cuna del vino de Oporto, los viñedos de Lavaux en Suiza, el paisaje vitivinícola del Prosecco de Conegliano y Valdobbiadene en Italia, o los arrozales en terrazas de las cordilleras Filipinas y de la Isla de Bali en Indonesia.

Como en estos casos, el viñedo del Marco de Jerez destaca por su singularidad. Sus suelos de albariza, las técnicas tradicionales de cultivo y la influencia del clima marítimo han creado un ecosistema único, responsable de la producción de los renombrados vinos de Jerez. Sin embargo, este viñedo va más allá de ser solo una zona productiva; es un paisaje modelado por la interacción milenaria entre el ser humano y la naturaleza. Las prácticas agrícolas, las bodegas históricas y las festividades en torno al vino son testimonios vivos de una rica herencia cultural.

La historia del viñedo del Marco de Jerez está profundamente ligada a la de nuestra tierra. Desde la llegada de los fenicios, quienes introdujeron las primeras vides, hasta su consolidación como un referente vitivinícola de fama mundial, este viñedo ha sido un pilar fundamental de la economía, la vida y la cultura local. Las técnicas de producción y las tradiciones asociadas al vino han sido transmitidas de generación en generación, conformando una parte esencial de la vida en el Marco de Jerez.

Estos paisajes son ejemplos de la interacción armoniosa y sostenible entre las actividades humanas y el entorno natural, lo que los convierte en merecedores de su preservación como Patrimonio Mundial.

Considero que el reconocimiento del viñedo del Marco de Jerez como Patrimonio Mundial aportaría múltiples beneficios. En primer lugar, contribuiría a la protección y conservación de este paisaje único frente a amenazas como la urbanización, su sustitución por otros productos y el cambio climático. Además, el prestigio de la UNESCO elevaría aún más la visibilidad internacional de Jerez y su entorno, impulsando el turismo sostenible y fortaleciendo la economía local.

Presentar esta candidatura es un compromiso con el futuro de Jerez y su entorno. Es valorar y preservar un legado cultural que ha definido nuestra región durante siglos. La protección de este viñedo garantizaría que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de este patrimonio único, al mismo tiempo que su promoción ayudaría a mantener viva la tradición vitivinícola.

En resumen, la candidatura del viñedo del Marco de Jerez a Patrimonio Mundial es una oportunidad para asegurar la protección de un paisaje cultural excepcional y promover un símbolo clave de la identidad andaluza en el escenario global. Además, con esta candidatura no se compite contra nada ni contra nadie, sino con nosotros mismos, desafiando nuestras propias limitaciones, inseguridades y contradicciones. Y en ese proceso, serviría también para superarlas.

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