La A-381, la autovía ecológica

La A-381 atraviesa el Parque Natural Los Alcornocales desde el Campo de Gibraltar hasta Jerez. Hablamos del bosque mediterráneo de alcornoques más extenso y mejor conservado de toda la península ibérica. La construcción de la autovía fue algo muy demandado en su momento y un importante alivio, sobre todo para la población campogibraltareña. Lo que teníamos era tercermundista.

Hubo controversia en su momento al recorrer un emblemático parque natural. Había quien solicitaba que fuera sustituida por una variante que circulase por Tarifa y parte de la costa. La realidad es que el diseño de la A-381 ha resuelto bien el daño que se podría generar en el parque.

Este daño, más que afectar a la arboleda de alcornoques que se perdía, que no era tanta y que se podía sustituir con repoblaciones en otras zonas, era el “efecto barrera” que provocaba al tener que colocar una malla cinegética a cada lado de la autovía para evitar el cruce de especies que provocasen accidentes con los vehículos a cierta velocidad. Esto dividía el parque en dos. Muchos fueron los accidentes de este tipo que se dieron en la antigua carretera, a menor velocidad y con muchas menos reses de las que hay actualmente.

Este “efecto barrera” se ha resuelto con un paso de fauna al menos cada 500 metros a lo largo de todo el recorrido: falsos túneles, pilares o simples huecos, de una importante dimensión, que hacen de pasillo. A lo largo de 80 kilómetros de trazado se encuentran 24 viaductos, ocho pasos superiores, 20 pasos inferiores, 17 pasos de fauna y cinco falsos túneles.

Además de esta, incluye otras medidas medioambientales como barreras antirruido y cortos terraplenes que implicaron menor movimiento de tierra y menor ocupación del parque, así como múltiples medidas correctoras y compensatorias que han supuesto el 30% de la inversión total. Las medidas correctoras resuelven el efecto negativo y las compensatorias corrigen el daño inevitable con mejoras en el medio. Palían el posible efecto difuso que pueda tener en el ecosistema. Las compensaciones van dirigidas a reforzar y fortalecer las partes y elementos más sensibles del ecosistema con el objetivo de reducir su fragilidad: refugio de murciélagos, equipamientos de educación ambiental, áreas de recuperación del conejo, restauración de sistemas lagunares, etcétera. Puede afirmarse que el modelo utilizado, desde el punto de vista ambiental, constituyó un hito en el mundo de las infraestructuras de transporte, pionero en Europa.

Este esfuerzo se vio recompensado al recibir el que es reconocido, a nivel mundial, como uno de los galardones más importantes en el sector de las infraestructuras viarias: 2003 IRF Global Road Achievement Awards en la categoría de Medio Ambiente, que otorga la Federación Internacional de Carreteras.