África

Creo que a los pensamientos, como a las plantas, hay que cuidarlos y no dejarlos en la fase de echarles estiércol, que es de donde algunos no salen.

Con el tema de la inmigración nos tragamos ñordos sin pararnos a pensar mínimamente en las causas y consecuencias de nuestros actos.

Como curiosidad, estos son los países del mundo que no han sido nunca colonizados por los europeos... ya lo digo yo: Bután, Afganistán. Corea, Tailandia, Arabia Saudita, China, Japón y Etiopía. Y con matices.

¿Alguién sabe que, a día de hoy, Francia sigue cobrando impuestos coloniales a 14 países africanos, que además están obligados a depositar su reserva nacional en nuestros vecinos gabachos? Amén de ventajas leoninas para Francia en todo.

Como curiosidad, también, podemos decir que las fronteras africanas han sido impuestas por los europeos a finales del siglo XIX, como reflejó Lord Salisbury, uno de los principales mentores de tal aberración: “Nos hemos puesto a dibujar en los mapas áreas donde el hombre blanco nunca había puesto un pie. Nos hemos repartido montañas, ríos y lagos, apenas afectados por esta pequeña dificultad de no saber nunca exactamente dónde estaban estas montañas, ríos o lagos”.

Ahora, ya nos hemos civilizado y solo propiciamos golpes de estado para gobernar desde una supuesta legalidad unos territorios extremadamente ricos en materias primas, ésas que son imprescindibles para el capitalismo salvaje que perpetramos. Desde mediados del siglo XX hasta hoy sólo van más de 60.

Y, buenos discípulos, hemos seguido los pasos de los USA con las tribus nativas o de Gran Bretaña en Australia y hemos cometido varios genocidios en nuestra cercana África; los más renombrados en Namibia y el Congo, de un nivel indescriptible, con un ansia de exterminio sólo comparable a la actual de Israel en Palestina. Por cierto, España hizo sus pinitos en la guerra del Rif usando gases venenosos y contaminando hasta los manantiales. Las hazañas de nuestros gloriosos militares animalados. Y no se trata de reescribir la historia, sino de reescribir fielmente el relato de la historia de los privilegiados. Europa no existiría en el siglo XXI sin el colonialismo.

Es decir, hemos convertido durante decenios a África en el vertedero de nuestra inmundicia moral, hemos violado, saqueado, esclavizado, mutilado, matado, robado todo lo que tenía algún valor en un continente entero ¿y ahora pretendemos que ni siquiera los habitantes de unos países sin recursos puedan intentar tener un futuro entre quienes se han enriquecido a su costa?

¿ELLOS son los que vienen a quitarnos el pan y a “sustituirnos”?

¡Te quié i por ahí, ya, omme!