El mundo de ayer
Rafael Castaño
Tener un alma
Algeciras-Bobadilla
Ha llegado el día. Parecía increíble que pudiera llegar, pero ha llegado. Cuando en 1919 el Marqués de Cortina presentaba en el Senado de España el proyecto de ley para conectar con un tren electrificado de doble vía y ancho europeo el Puerto de Algeciras con la Frontera Francesa ni siquiera podría soñar que cien años después estaríamos hablando de él en este diario, reivindicando que se haga lo que él estaba planteando.
Parece mentira, cuando se lee aquel anteproyecto, que hace 100 años se planteara un tren para conectar la mejor zona de tránsito marítimo del país con Europa en las condiciones adecuadas para que fuera rápido, eficiente, barato y verde. El tren planteado era directo, con pendientes controladas, de ancho europeo y con un suministro eléctrico a toda la vía a través de centrales hidroeléctricas, lo que garantizaba que no se empleasen combustibles fósiles. Mil millones de pesetas de la época. Al cambio, hoy, 6 millones de euros. Un dineral.
Pero sí, habría que contarle al Marqués de Cortina que los parlamentarios catalanes y valencianos, hicieron bien su trabajo. Apoyaron el anteproyecto y comenzaron a mover los hilos para que las inversiones se dedicaran a otros proyectos. Apoyo nominal, buenas palabras y visitas. Pero el dinero, para los proyectos levantinos. Habría que contarle también que 100 años después, los seguidores de esos parlamentarios siguen con la misma estrategia y la cortina de humo del Corredor Mediterráneo para que la inversión vaya siempre al mismo sitio y nosotros sigamos con las migajas. Eso sí, con todo el apoyo del mundo.
También habría que contarle al Sr. Marqués cómo el ferrocarril de la Bahía ha ido sucesivamente planificado y olvidado. Una y otra vez. Desde 1946, con el plan de electrificación (de los más de 5.200 Km de vía que planeaba electrificar sólo quedan 177 km, adivinen cuáles) hasta 2013 con los corredores ferroviarios (en la web oficial del corredor mediterráneo europeo sigue apareciendo que la Algeciras – Bobadilla debe estar transformada en 2020).
Los europeos del siglo XXI han decidido ya por dos veces que se transforme la vía. Una transformación no es un lavado de cara, no es una actualización, ni una renovación. Es tener la vía que permita trenes de 22,5 Tn por eje, con 100 Km/h de velocidad de línea, electrificada, de ancho europeo y con sistema de seguridad ERTMS. Obviar que la Algeciras – Madrid es el único tramo español que pertenece a dos corredores europeo es olvidarse de que este tren es necesario para Europa. Debe transformarse para afrontar el futuro. No actualizarse para seguir quitándole hojas al calendario.
También se le podría contar al Sr. Marqués que el propio ministerio, a través de ADIF, ha enviado un informe en los últimos días con la situación de la línea y en él se plasma la terrible realidad. Hay mucho trabajo por hacer. Ni siquiera se sabe cuándo se podrán adaptar los túneles para poder electrificar la vía. Ni cuándo habrá señalización. Ni cuándo se reducirán las pendientes.
Sí, podríamos contarle que cien años después seguimos sin saber cuándo podremos ir de Algeciras a la Frontera Francesa con un tren electrificado y de ancho europeo. Porque 100 años después, seguimos sin tren. Ya es suficiente.
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