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Varias especies de aves se han adaptado a vivir en zonas urbanas. El más numeroso es el gorrión, una de las aves urbanas más comunes del mundo y especie omnívora. Se ven beneficiadas las especies generalistas frente a las especialistas: córvidos: urracas, cornejas, grajillas. Curiosamente los córvidos no se ven en las zonas urbanas del Campo de Gibraltar.
En España existen unas 280 especies nidificantes de las que unas 50 anidan en ciudades.
Hay ciudadanos que les facilitan comederos en los jardines de sus casas o en sus ventanas. En Centroeuropa esto es muy normal.
Más de veinte países de la Unión Europea se valen del número y diversidad de las especies de aves como indicadores de desarrollo sostenible y salud ambiental.
En el Campo de Gibraltar tenemos algunos ejemplos de seguimiento por parte de Asociaciones ornitológicas de estas poblaciones: la Asociación Tumbabuye hace el seguimiento y colabora con la mejora de las poblaciones de cernícalos primilla en Los Barrios y Algeciras, además de Tarifa, Jimena y Castellar. En la torre de la Iglesia de Los Barrios, gracias a su labor, han pasado de cinco parejas en el 2008 a 43 en el 2020. Actualmente es una de las cinco colonias más importantes de Andalucía y la primera en la provincia de Cádiz.
El grupo ornitológico del Estrecho (GOES) hace el seguimiento en el Parque Princesa Sofía de La Línea. Desde el 2012 se están recogiendo datos sobre las aves presentes en el parque. A fecha de 31 de diciembre de 2022 esta cifra asciende a un total de 136 especies observadas. En estas se incluyen las migradoras. Una cifra excepcional que no tiene nada que envidiar a lo que se puede encontrar en algunos parajes y reservas naturales.
No todas las aves tienen un efecto beneficioso. En nuestra comarca, las gaviotas patiamarillas provocan numerosas quejas de ciudadanos al nidificar en las cubiertas de los edificios, emitiendo molestos ruidos y manteniendo en muchos casos actitudes agresivas. Es algo excepcional entre las numerosas especies que nos acompañan.
Por otro lado, existe un problema de supervivencia de muchos individuos de aves de pequeño tamaño por los gatos sueltos que andan por los parques y zonas urbanas. Pero esto será motivo de otro artículo.
Escribo esta reflexión mientras paso unos días en Almaty, Kazajistán. Una ciudad de más dos millones de habitantes, con un importante porcentaje de zonas verdes de frondosa arboleda, y rodeada de altas montañas, estribaciones del Himalaya. Pues ha sido una sorpresa para mi ver sólo dos especies de aves en los recorridos que he hecho durante varios días. Una vez más reconozco a nuestro Campo de Gibraltar como un verdadero paraíso natural. Es una de las conclusiones que saco todos los veranos que salgo fuera de España.
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