Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Los grandes estrategas
Estos cortes no son los que eran. En la década de los 80/90 sí que había interrupciones del suministro de agua de verdad, ni gota salía de ese grifo; los que estudiamos en Sevilla sufríamos además el agua marronácea que se tomaba directamente del río y se mezclaba con la potable para el suministro domiciliario. Hoy es otra cosa, y poca gente dice haber notado la disminución de presión y los cortes efectivos por la existencia de nuevos sistemas. A ver si dura.
Desde luego no nos puede coger de improviso, porque ya en noviembre de 2020 nos dijo el Ayuntamiento de Algeciras que sin las captaciones de la Garganta del Capitán no se podría garantizar el suministro de agua a la ciudad. Menos aún si vemos lo poquísimo que ha llovido desde entonces, y cómo han mermado los pantanos. Especialmente impactante es cruzar por lo que fue Charco Redondo; una imagen vale más que mil palabras.
Lo que no sabemos es que si desde que se redujeron las captaciones por la Junta de Andalucía, debido a la caducidad de la concesión, se ha hecho algo por el Ayuntamiento para obtener una nueva autorización; más aún a la vista del problema que ya se intuía hace más de tres años. Sí que consta un permiso temporal para aprovechar en menor medida la derivación del caudal a la vista de la situación hidrológica, pero está próximo a vencer, siendo esencial que el equipo de gobierno haga sus mejores esfuerzos para renovarlo a largo plazo, fijándose las bases de una nueva concesión.
La Administración autonómica, como ha hecho en Doñana, sabrá ponderar entre las necesidades de la población y la preservación del medio ambiente. La captación habrá de modularse en función de las reservas de agua, pero lo que no se puede es condenar ese suministro de agua, que nos resulta esencial; en especial cuando las inversiones en infraestructuras hídricas han brillado por su ausencia en décadas anteriores, priorizando carreteras, metros y otras obras más vistosas (y que reportan más votos).
Igualmente, es hora de exigir al socio privado de Emalgesa que realice las inversiones necesarias para evitar las pérdidas de agua en la deficiente y vetusta red municipal. Tal manantial de la Garganta del Capitán se ofrece a coste cero por el Ayuntamiento a la empresa, y luego se nos vende a precio de agua Evian. Millones de euros en agua que es de todos, y millones de metros cúbicos que se pierden antes de abrir el grifo bajo las calles de la ciudad.
El compromiso es de todos, ahorremos agua; pero también exijamos una mejor gestión, es nuestro derecho y bien que lo pagamos. Y más cuando se intuyen subidas en el precio.
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