Crónica de un viaje. Primera parte

22 de septiembre 2023 - 00:15

Hace un par de semanas, un grupo de amigos iniciamos una ilusionante aventura: llegar desde la ciudad de Calgary al territorio de Yukón, en Alaska, recorriendo algunos de sus Parques Nacionales. La idea no fue mía, no crean. De hecho, me costó decidirme por lo lejano del viaje porque vamos teniendo una edad… Y quizás por esto último había que aprovechar el momento. Mi amigo Carlos fue el principal responsable de elegir el destino. Gran aficionado a la naturaleza, los parques del Oeste de Canadá en las Rocosas eran su objetivo. Con la ayuda de José Luis de la Agencia Tye, y durante varios meses, la idea fue tomando forma. La presencia en Canadá de nuestro guía Lucas, un salmantino que lleva diez años en el país al que considera ya su tierra, ha sido fundamental. Sus extensos conocimientos sobre Canadá y su amabilidad han sido un regalo para todos.

Comenzamos en Calgary, en la provincia de Alberta, la ciudad de la industria petrolífera y del rodeo, con su famoso festival Calgary Stampede. En ella se celebraron en 1988, por primera vez en Canadá, los Juegos Olímpicos de Invierno. Desde Calgary nos adentramos ya en las Rocosas, con sus bosques de coníferas, inmensos e interminables, y sus lagos azul turquesa. Debido a que las partículas procedentes de los glaciares de las altas cumbres quedan en la superficie del agua y dispersan la luz, nos ofrecen ese precioso color. Lagos como el Minnewanka, Louise o Moraine son uno de los atractivos del Parque Nacional de Banff, ciudad con aspecto suizo por la influencia de los ingenieros de ese país que participaron en la construcción del ferrocarril.

Nuestra siguiente etapa fue el Parque Nacional de Jasper con su glaciar Athabasca, su cascada homónima, su inmenso lago Patricia y ¡ojo! su cartel luminoso a la entrada del pueblo avisándonos de que podía haber osos en sus calles. Fue fácil verlos en el recorrido, pero en el pueblo, para nuestra tranquilidad, no ocurrió. Sí tuvimos la suerte de ver frente a nuestro hotel un grupo de hembras y crías de “wapitis”, el precioso ciervo canadiense. En la Columbia Británica visitamos Kamloops, cuya historia está unida al descubrimiento en 2021 de los restos de 215 niños indígenas procedentes de una de las llamadas “Escuelas Residenciales” que, gestionadas por el gobierno e instituciones religiosas, apartaban a esos niños de sus familias para integrarlos en la comunidad. Una historia oscura que todavía está en investigación. La visita a la impresionante catarata de Spahats Creek nos llevó posteriormente, siguiendo el camino de los pueblos relacionados con la fiebre del oro, a Whistler, la famosa estación de esquí. De ahí ya al Pacífico, con parada en Porteau Cove parque provincial de la costa oeste de Columbia Británica. Y llegamos a Vancouver, donde nos embarcaríamos para recorrer parte de Alaska. Pero esa es ya otra historia…

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