Cuaresma de 79 días

17 de enero 2024 - 01:00

Este año tenemos la suerte de tener una cuaresma más cortita, con tan solo 79 días. Las cuadrillas han realizado sus igualadas; costaleros y cargadores ya están ensayando; se ratifican o se nombran los cargos de confianza; ya conocemos los futuros pregoneros o exaltadoras, disfrutamos con los primeros carteles anunciadores. Benditos días de vísperas, bendita Cuaresma con sus cultos, ofrendas y besamanos. Pronto se llenarán nuestras calles con Rosarios y Viacrucis, con olores a incienso, con luz de cirios que anuncian al que es la auténtica Luz.

Pero bueno, ¿la Cuaresma no es un Tiempo Litúrgico que dura 40 días en el que se tiene que practicar la oración, el ayuno y la caridad? ¿o eso es para los curas? Pensar que este año cae el Miércoles de Ceniza el 14 de febrero, día de los enamorados, nada de carne, ni de copas, ni de fiesta.

Para los cofrades la cuaresma se inicia tras la carroza del Rey Baltasar. Desde ese momento solo se mira en busca de la Semana más Grande. Algunos dirán que los cofrades somos unos jartibles, pero para jartibles los políticos y su cuaresma. Pobre cuaresma la que está viviendo el partido ganador de las elecciones generales, el Partido Popular, pero que no ha podido gobernar, y al paso que va parece que tendrá que rezar un viacrucis cada fin de semana porque con sus iniciativas políticas nada están alcanzando. El que lleva su Cruz cuaresmal es el partido gobernante, el PSOE, aunque no fue el ganador por votos sí lo es por apoyo de la casta política, que es la que tiene la última palabra en nuestra democracia. El gobierno “más progresista de la historia” logra in extremis el respaldo a sus primeros decretos del año 24 con el apoyo del partido más ultranacionalista de derechas de Europa, es decir de Junts. Curiosamente le da la cesión de las competencias de inmigración a Cataluña. Mal lleva la Cuaresma la izquierda unida de SUMAR con sus hermanas de lista, Podemos, que no apoyaron el decreto de Yolanda Díaz, juntando sus votos a los de la derecha. Y para numerito, más de auténtico carnaval que de cuaresma, los de Vox, y no lo digo por sus piñatas políticas, sino por su caída de la militancia.

Con esta cuaresma política no nos queda más remedio que orar a la Virgen del Carmen, patrona de lo imposible, porque parece que esto tiene poco arreglo. Hacer ayuno, porque al precio que están muchos productos queda mejor comentar que nos privamos de ellos por práctica religiosa o costumbre social. Y practicar la caridad o la solidaridad, si os gusta más por el hecho de intentar borrar el componente religioso, con los más necesitados.

Me gusta más mi Cuaresma, lo malo es que al final son ellos los que marcan lo que ganamos y sobre todo lo que pagamos.

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