Crónica personal
Un cura en la corte de Sánchez
Dcada vez que se anuncia un nuevo proyecto en el Campo de Gibraltar se recurre a una frase: “A ver si nosotros lo vemos”. Es una sentencia a la que no le faltan motivos porque llevamos años esperando que se lleven a cabo anuncios hechos a bombo y platillo que bien se eternizan en el tiempo o directamente no se ejecutan. En este punto debo hacer un paréntesis para sacar del saco de la eternización el edificio UCA-SEA, el primero que se ha levantado en el proyecto del Lago Marítimo del Llano Amarillo en Algeciras, la reforma de la plaza de toros de La Línea o la construcción del estadio Ciudad de La Línea, que son una realidad y no han caído en saco rato.
Por el contrario, hay proyectos de los que llevamos oyendo años y lustros pero que o siguen en marcha o que aún ni siquiera se ha movido un papel. De la variante de la A-7 a su paso por el Campo de Gibraltar no se ha vuelto a decir nada más desde 2010, cuando el proyecto se ajustó para que no afectara al Pinar del Rey. La intención es que esta nueva vía descongestione el actual trazado en la Bahía de Algeciras desde el final de la A-340 hasta casi Sotogrande, un tramo que acumula accidentes casi a diario. Pero por ahora nada, hay que conformarse con una carretera construida hace más de 30 años con una densidad de tráfico infinitamente menor.
Otro proyecto eternizado es la Algeciras-Bobadilla, que lleva años de retraso a pesar de ser un mandato de la Unión Europea. Y aún no sabemos para cuándo estará finalizada una infraestructura vital para el mayor puerto del Mediterráneo.
A nivel más local, Algeciras sufre esta eternización por distintos motivos. Se lleva años hablando del conservatorio Paco de Lucía, del que la Junta dijo en marzo de este año que es “una realidad”, aunque aún no ha salido a licitación. Sí está ya en este proceso el centro de salud de La Bajadilla, aunque después de años de anuncios de que se estaba trabajando en la redacción del proyecto.
La reforma de la Casa Millán, en pleno corazón de Algeciras, es otro de esos proyectos eternizados. Comenzó en 2018 y a día de hoy sigue parada, dando una imagen indeseable junto a uno de los iconos de la ciudad, la iglesia de la Palma, en plena Plaza Alta.
Mención aparte merece el Centro de Interpretación Paco de Lucía, que primero por problemas burocráticos, después por el incremento del precio de los materiales y luego por la aparición de posibles restos arqueológicos lleva ya casi dos años de retraso, sin que se sepa una fecha concreta de finalización de obras y puesta en marcha del museo del genio de Algeciras, figura eternizada, pero en otro sentido.
También te puede interesar
Crónica personal
Un cura en la corte de Sánchez
Cupressus
José Ramón Mata
Sastipen thaj mestipen
Confabulario
Manuel Gregorio González
R etrocediendo
En tránsito
Eduardo Jordá
Luces