Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Los grandes estrategas
La Diputación Provincial de Cádiz ha aprobado distintas partidas presupuestarias para la realización de distintas obras e inversiones en La Línea, por importe de 11,6 millones de euros. Algeciras no sale mal parada, pero recibirá menos de la mitad, algo más de 5 millones. La polémica está servida porque desde la oposición se denuncia ausencia de un procedimiento previo que justifique el reparto en función de parámetros objetivos y previamente conocidos, y de los propios proyectos a financiar. Nada que no se hubiera hecho antes, por otra parte; lo que pasa es que cuando no se recibe nada, escuece.
Pero lo que es destacable y significativo es que ahora se empieza a cuantificar el valor del apoyo de La Línea 100x100 al gobierno popular en la institución provincial. De las palabras del acuerdo de gobierno a los hechos tangibles, al reparto de los fondos, a la ejecución de proyectos, y a la reparación del llamado “déficit de inversión histórico” en La Línea.
Desde luego que tal caudal de inversiones no viene por la sensibilidad de los grandes partidos, que lejos de conocer, comprender y solucionar los enormes problemas de La Línea, los acrecentaron exponencialmente cuando les tocó dirigir los destinos de la ciudad.
La Línea siempre fue para ellos un punto incómodo; y los gobiernos centrales siempre prefirieron tratarla con severas medidas que siempre provenían desde el Ministerio del Interior y en ejecución del Código Penal o el Aduanero, y nunca con el maná que nace desde el de Fomento o el de Industria o el de Educación, con partidas presupuestarias en el BOE. Lo mismo podríamos decir de las administraciones autonómicas o provincial.
Pero parece que eso está cambiando, no por decisiones tomadas en lejanos despachos de caoba, sino porque el ciudadano de La Línea dijo basta, y eligió para regir sus destinos a quien no se plegaría a los intereses de Cádiz, Sevilla o Madrid, sino todo lo contrario. Y bien que está cumpliendo lo prometido. Ahora lo que se decide aquí, se impone y se paga desde allí. Es lo que hay.
Algunos seguirán comentando la inutilidad de los partidos o movimientos locales. Habría que ponerles el ejemplo de La Línea 100x100 y el éxito de sus posiciones y reivindicaciones, los resultados conseguidos y la elevada confianza del ciudadano en su gestión. Y comparamos luego.
El único pero es no haber sabido, aún, comarcalizar tal proyecto, cuando existen necesidades y carencias que a todos los campogibraltareños nos afectan, no solo a los de más allá de Campamento. Iremos viendo.
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