La Rayuela
Lola Quero
Nadal ya no es de este tiempo
Tribuna
Enhorabuena a todos los que han hecho posible la magnífica exposición que el Museo de Algeciras dedica estos días al pintor Felipe Gayubo (Aranda del Duero, 1935 – Málaga 2008), Hijo Adoptivo de nuestra ciudad. Felicidades a los que no conocen aún la obra de este pintor genial porque quedarán deslumbrados.
Toda su vida y obra fue, a mi entender, preguntas que no encontraron respuestas. Ante el absurdo de la existencia, muchas personas altamente sensibles (PAS), se refugian en el Arte, porque solo este, como decía acertadamente Jean Paul Sartre, dibuja los perfiles puros, ideales, sin aristas, de la realidad. Se consuelan con la belleza y posteriormente con esfuerzo y talento consiguen transmitirla.
La pintura de Gayubo es de corte existencialista y sueña con transcender. El cuadro que mejor representa esta filosofía es Sisifo. Gayubo fue también un intelectual brillante de La Tercera Cultura, que aspira a la integración de los saberes procedentes de la Ciencia, de las Artes y de las Humanidades, como se hizo realidad durante el Renacimiento.
Felipe, mi entrañable amigo, me regaló el libro La caída en el tiempo, del escritor Emil Cioran, cuyo título ya nos sobrecoge. Este autor de culto solía decir que en su vida solo encontró a dos personas con verdadero talento y sensibilidad, y nos advierte que no esperemos a muchos más. Aunque no pierdo la esperanza, me temo que será difícil que conozca a otra persona tan integra, auténtica y con la altura moral e intelectual de Felipe Gayubo.
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