Un verdadero héroe

Este año estamos conmemorando el 175 aniversario de la Guardia Civil, una institución determinante para la paz y la seguridad de la que hoy disfrutamos en España.

Una institución formada por hombres y mujeres que dan lo mejor de sí mismos, incluso la vida, para contribuir cada día a construir una sociedad mejor.

Fermín Cabezas González era uno de esos hombres que hacen grande a una institución como la Guardia Civil. Destinado en el Destacamento de Tráfico de Algeciras, falleció ayer en un desgraciado accidente en acto de servicio mientras perseguía a los conductores de un vehículo cargado de droga que se resistían a la detención. Tenía 45 años y deja una viuda, Eva, y un niño huérfano, David.

Natural de Jerez de la Frontera, Cabezas ingresó en el Cuerpo en 1991. En su expediente consta la Cruz con distintivo blanco de la Orden del Mérito de la Guardia Civil y la Cruz a la Constancia en la modalidad de Bronce y Plata.

Por encima de todo, Fermín era un servidor público con un incuestionable sentido del deber y un profundo amor a España.

El trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no es fácil en el Campo de Gibraltar. Diversos factores hacen que ese lugar magnífico de la provincia de Cádiz aparezca más en los medios de comunicación relacionado con la delincuencia económica y el narcotráfico que con las extraordinarias posibilidades de desarrollo que tiene la zona.

Fermín Cabezas era uno de los agentes implicados y comprometidos en revertir esta situación.

Desde los Gobiernos, y este lo hizo desde el primer día, se diseñan planes para combatir la delincuencia, para restablecer el principio de autoridad en zonas en las que es puesto en entredicho, para lograr la seguridad que permite el desarrollo económico y social de una comarca.

A menudo son los responsables políticos los que acaparan titulares. Pero son personas anónimas, abnegadas y leales como Fermín las que realmente tienen el mérito. Las que combaten el delito cara a cara. Las que dedican horas y horas a prevenir y perseguir la delincuencia. Las que dejan el sueño para más tarde si hay una operación urgente. Las que solo atienden a la llamada del deber y la decencia.

Es imposible mitigar el inmenso dolor que produce una muerte inesperada y trágica como la de Fermín.

No hay palabras de consuelo suficientes para sus familiares, amigos y compañeros.

No existe nada que pueda paliar el inmenso vacío que les deja a Eva y David. Yo hoy solo quiero decirles que personas como él son los verdaderos héroes. Nuestros verdaderos héroes.

Descanse en paz.