Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Los grandes estrategas
El pasado 3 de octubre, la Royal Navy llevó a cabo, una vez más, unas maniobras militares en aguas de la Bahía de Algeciras. Ese mismo día, el patrullero de la armada española Isla de León realizaba una patrulla rutinaria por la zona cuando fue “objeto de hostigamiento por parte de una embarcación militar británica”, según relató el Gobierno de España en una respuesta parlamentaria a preguntas del diputado popular Pablo Hispán Iglesias de Ussel.
“Tanto las maniobras militares como el hostigamiento al patrullero español constituyen sendas violaciones del paso inocente que exige la Convención de Naciones Unidas del Derecho del Mar, toda vez que ambas acciones se produjeron en aguas territoriales españolas”, explicó el Ejecutivo, que incluso formuló una protesta ante la embajada del Reino Unido, reafirmando su “posición inalterada de que dichas aguas son españolas”.
El pasado 25 de noviembre recaló en Gibraltar el destructor de la Royal Navy HMS Diamond, uno de los buques militares más avanzados del mundo. Iba rumbo a Oriente Medio como medida de disuasión después de que rebeldes huthies de Yemen secuestraran un buque comercial en el Mar Rojo respaldados por Irán. El Diamond forma parte de la Agrupación Marítima Permanente 2 de la OTAN, en la que hay buques de la Armada española, que opera en el Mediterráneo y conforma el núcleo de la Fuerza Marítima de Muy Alta Disponibilidad de la Alianza Atlántica.
Es decir, con la guerra entre Israel y Hamas en Gaza como telón de fondo, la Royal Navy y la Armada española protegen juntas, junto a EEUU y otros países, la seguridad y la estabilidad mundial en el golfo Pérsico y el océano Índico. Pero en las aguas que rodean a Gibraltar los militares ingleses hostigan a los españoles.
Desde que se conoció que Reino Unido arrastraría a Gibraltar fuera de la Unión Europea hace ya algunos años, tanto Londres como Madrid decidieron poner fuera de la mesa las cuestiones de soberanía porque sabían que, con ellas en el plato, nadie iba a probar bocado.
En el tratado no habrá, por tanto, mención alguna al conflicto de las aguas. Esto quiere decir que la Marina británica seguirá acosando a la española en la Bahía de Algeciras por los siglos de los siglos. Mientras se comportan como buenos aliados en otras partes del mundo. Que alguien me lo explique un día que tenga tiempo.
También te puede interesar
Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Los grandes estrategas
Cambio de sentido
Carmen Camacho
La ley del deseo
Contraquerencia
Gloria Sánchez-Grande
Los frutos carnosos y otras burocracias de Tosantos
La ciudad y los días
Carlos Colón
El Gran Hedor
Lo último