Juan José González

Pactos en San Roque

CRÓNICA DE UNA COMARCA

14 de marzo 2009 - 01:00

JOSÉ Antonio Ledesma consumó el pasado jueves, en el pleno de elección del nuevo alcalde de San Roque, lo que era un secreto a voces desde el fallecimiento de José Vázquez: que su USR estaba dispuesta a romper el pacto de gobierno suscrito con el PSOE a comienzos del presente mandato municipal y que, en consecuencia, facilitaría el regreso a la Alcaldía del popular Fernando Palma.

El motivo principal del cambio de estrategia del hasta ahora concejal de Urbanismo sanroqueño tiene nombre y apellidos, el del actual líder socialista Juan Carlos Ruiz Boix, sobre todo tras hacerse pública la decisión de las direcciones local y provincial del PSOE de que sería su candidato a alcalde y no la número dos de la lista, la parlamentaria andaluza Regina Cuenca, por otro lado muy poco interesada en el cargo.

Las desavenencias entre Ruiz Boix y Ledesma -personajes antagónicos donde los haya- han estado a la orden del día durante los dos años ya transcurridos del presente mandato y han sido la causa de más de una crisis en el seno del gobierno municipal, sobre todo por las reiteradas y prolongadas ocasiones en las que el socio ha ocupado de forma accidental el sillón de la Alcaldía cada vez que Vázquez tenía que dejarlo debido a su larga enfermedad. La figura de heredero adoptada por el responsable de USR, el gran aliado del regidor fallecido, durante este tiempo levantó ampollas de todo tipo en el cuerpo y en la mente del edil socialista, hasta costarle la enemistad con su propio regidor, la destitución en todas sus competencias y la injustificada traición de su compañera Rosa Macías, que se abstuvo en el pleno del jueves.

El segundo motivo del desencuentro Boix-Ledesma, aunque sin duda más importante que el anterior, tiene mucho que ver con la gestión urbanística del municipio y muy particularmente con el affaire de la 022-TG, la parcela de Torreguadiaro cuya adjudicación, decretada nula por los tribunales debido a las irregularidades detectadas, debe repetirse. Y es aquí donde uno lanza la pregunta del millón: vista la pertinaz postura de Ruiz Boix para que se ejecuten las resoluciones judiciales sobre este asunto y la diferencia de criterio que ha venido manteniendo con Ledesma en éste y otros asuntos, ¿le interesaría más a este último ver de alcalde a Palma? Es más, llegaría más lejos con mi pregunta: ¿habría ya antes del jueves un acuerdo todavía oculto entre el popular y el dirigente de USR para evitar que Ruiz Boix fuese primer edil, por las incomodidades que éste pudiera provocar a ambos si ostentase el bastón de mando?

El tiempo, como siempre, aclarará ambas interrogantes.

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