Estrechamente
Margarita García Díaz
Salud y alegría
Levantera. Humedad. Cierra los ojos. ¿Lo oyes? Sí, las olas del mar. Noches fresquitas, salvo que sea levantichón, que entonces hará bochorno y niebla. El sonido de las sirenas de los barcos en la bahía diciendo “aquí estoy, no te choques conmigo”. Vamos a la playa. Un Francis, completo y con furruño. ¿Furruño? No preguntes. Tres con cincuenta. El domingo no. El domingo tortilla, pimientos fritos y pan, mucho pan. Y las sombrillas, y la silla de playa. Pack completo. ¿Sobrevela? Bien. Aunque la Torre también se pone bien. Podemos ir a la Balona. ¿Sabes que se llama Santa Barbara no? Sí, pero siempre será la Balona. La piel roja, pero no mucho. Luego marrón. Los pelos rubios del sol. La sal en el cuerpo. El atardecer en el poniente. El cielo rojo. Los yates y veleros entrando en puerto. El concierto del caramba. El paseo del colesterol. Que diga. El paseo marítimo de poniente. Los paisanos pescando. Los otros corriendo. Las bicis verdes con cuatro encima. ¿Al Rocamar y vuelta? Al Rocamar y vuelta. ¿Tapeamos? ¿Bodeguiya o Chimenea? ¿Igual un Barbas? ¿Un Bodebar? Da igual, todo está bueno, donde haya sitio. Me apuntas en la lista. Tres mesas por delante. Un Paco Navarro. Pimiento del piquillo, queso y jamón. El Robinho me flipa. Pinchito y mayonesa. Una delicia de retinto. Qué bien que lo abrieron de nuevo. Un Camacho. ¿Por qué tienen nombre de futbolistas los montaditos? No sé. Pero creo que es porque un camarero se fue del Mesón de Alfredo y montó su bar con los nombres parecidos. Y así sucesivamente. ¿Cómo está la focona? Yo soy más de Aguaviva. ¿De medusas? No hombre, de la cerveza. Esta tarde actúa la Tourné en el Coco Playa, ¿vamos? Vamos. Española y Gaditana, luna y sol de morería. ¿Harán algún día un dueto con la Pantoja? Un mojito. Dos. Al final me lío. Que empieza la feria. De feria nada, aquí tenemos Velada y fiestas. Coronación, cabalgata. Domingo rociero. Hacía tiempo que no te veía. Rebujito. Cacharritos. Hoy de tranquis, de puestos. Día de la mujer. 20 de julio. La celeste y blanca ondeando en la Plaza de la Constitución. Último finde. Diez días de fiestas. Si aguantas. Fuegos fin de fiestas. Lunes de resaca. Festivo para recuperarse. Tengo antojo de pescaíto. La Atunara. Espeto de sardinas. Coquinas, almejas, la boca agua. Qué bien se come aquí. Por cierto, ¿Tu sabes qué quiero decir cuando digo que estoy “de Carlos”? Pues al parecer es algo típico de La Línea. Yo pensaba que era de la comarca. Que va. Solo se dice aquí. Es como pavana. ¿Pavana? Si, las gaviotas. Entonces, ¿qué es estar de Carlos? Estar en casa de Carlos. Por la cara. Mañana entra poniente. África de fondo. Ceuta. Sí es que está a un salto. Agua fría. Yo veraneé en Santander un año y el agua no estaba tan fría como lo está aquí. ¿Y ese ruido? El avión. A Londres irá, o a Manchester. De la British. Gibraltar. Tan nuestro y tan inglés. Subimos a ver los monkeys. Punta Europa. Rutita por Sierra Carbonera. A las antenas. Rutita por el Higuerón y bajamos por la Alcaidesa. Andando, o en bici. La Alcaidesa. Qué playa. El blanco. Dos continentes, tres países. ¿Qué dices? Mira para allá. Ostras. Es verdad. Qué fotón. Se lo voy a mandar al Rincón Linense. Qué pasada. Si sigues andando para allá te vas a San Roque. ¿Pero si es la misma playa? Sí, pero en el campo de golf se acaba La Línea. Tengo hambre de nuevo. Hoy pega pizza. Don Giovanni, Clandestinos, Galipolli. Julio, agosto. Septiembre, se acaba. Se acaba. El año que viene más. Sin duda.
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