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Sánchez cita a Machado (“Hoy es siempre todavía”), poeta de la verdad, la moral y la inmortalidad de la palabra, qué cosas; un avispado del PP que ahora debe andar haciendo fotocopias le chiva a Feijóo que la cita es incompleta. Este acusa a Sánchez de mentir hasta invocando a poetas. “Diga la cita completa, señor Sánchez: ‘…toda la vida es ahora. Y ahora, ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos’”. La bancada popular al completo se levanta, frenética, a aplaudir el rapapolvo de su líder. Se descubre el pastel: ese añadido nació de la inspiración del cantante Ismael Serrano, no del ilustre andaluz. Se confirma lo que ya se sabía: Feijóo tiene problemas con la cultura; y se descubre algo que se intuía: los 136 diputados del PP restantes, también. No por su simple pertenencia al partido, sino por su estricta condición de políticos.
En 2015, Sánchez visitó Soria, depositó una rosa en la escultura de Machado y tuiteó: “Desde Soria, cuna de Machado”. Nada, un desliz, que Soria y Sevilla empiezan por ese. En su libro de memorias -escrito siendo un cuarentón-, el presidente cuenta que en su primer día de su segunda etapa como secretario general del PSOE se acordó de “San Juan de la Cruz y su ‘Como decíamos ayer…’”. Todavía se duda de si Fray Luis de León pronunció esa frase al volver a dar clases en la Universidad de Salamanca tras pasar varios años en la cárcel, pero nunca se ha planteado que lo hiciera el poeta y religioso abulense.
Feijóo dijo hace unos meses que el nacimiento de la posverdad puede situarse en la distopía escrita por Orwell “allá por el año 84”. Hace 8 años un universitario le preguntó en un debate a los extintos Pablo Iglesias y Albert Rivera que le recomendaran un libro de filosofía. El primero contestó: “Tratándose de ti, la Ética de razón pura, de Kant”. El expresidente de Ciudadanos siguió la estela marcada por Iglesias y dijo que, sin lugar a dudas, debía leer al filósofo alemán. Cuando Carlos Alsina le preguntó por algún título concreto, Rivera acabó confesando que no conocía ninguno, pero que se lo recomendaba igualmente. Ea, chaval, a leer.
Da la sensación de que a un político aventurándose hoy en la cultura le depara el mismo futuro que a un tipo con párkinson robando panderetas. Uno no pide que se emule a Alfonso Guerra, que te metía Campos de Castilla hasta en los datos del paro, pero es una muestra de respeto para con los que escribieron nuestra historia, aunque sea, meter la pata lo menos posible. Y lo es más todavía no arrogarse el derecho a evocarlos con cinismo. Sánchez, sí, citó bien a Machado en el Congreso: “Hoy es siempre todavía”, escribió el poeta, que también afirmó: “¿Dijiste media verdad? / Dirán que mientes dos veces / si dices la otra mitad”.
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