Quizás
Mikel Lejarza
Toulouse
Andan los ánimos revueltos con los futuros veladores de Capitán Ontañón. Según la previsión del Ayuntamiento de Algeciras, la avenida, ya peatonal, estará completamente acabada durante el mes de marzo y, por ello, desde el Consistorio vienen manteniendo una serie de reuniones con los hosteleros de la zona para planificar el reparto y la estética de las terrazas. Se ha decidido, con buen criterio, que todos los veladores tengan la misma apariencia, con un diseño común.
Esta propuesta, aceptada por los propietarios, no va a salir barata, pues cada bar tendrá que invertir varios miles de euros en encargar su nueva terraza. Es por ello que todos los negocios de la avenida pelean ahora con uñas y dientes para ganar el mayor espacio posible al aire libre. A más mesas, más ganancias y así, a medio plazo, amortizar la inversión y también recuperar lo perdido durante las obras de peatonalización, las cuales han transcurrido en plena Navidad, una de las épocas más jugosas para la hostelería.
Parece que algunos dueños no están de acuerdo con el reparto inicial planteado por el Ayuntamiento y argumentan que hay bares pequeños a los que se les ha adjudicado más acera de lo que les correspondería. La batalla está servida y se resolverá en futuros encuentros con los técnicos de Urbanismo.
Un tema común en boca de la ciudadanía es lo mucho que han subido los precios en bares y restaurantes en los últimos tiempos. Que una cerveza, por ejemplo, hace poco costaba un euro y ahora va por tres. Lo mismo con el café y, por supuesto, con las tapas y raciones. Sin embargo, se comenta menos lo que aumentado de forma continuada alojarse en un hotel, un servicio que ha llegado a incrementos del 25% en algunos momentos de 2023. Según datos de Booking, en Semana Santa del año pasado, las reservas fueron un 22% más caras que en 2022: el coste en 2023 fue de 155 euros de media por noche, frente a los 127 euros que costaba reservar en 2022. Por supuesto, los precios están tan disparados porque sigue habiendo demanda que lo soporte. Por el momento.
Como réplica, algunas asociaciones de hosteleros están planteando “copiar” a vuelos, hoteles y alquileres de coches, es decir, variar sus precios en función de la demanda aprovechando el auge de las cartas digitales. Aceptar, por ejemplo, que un mismo plato tenga un coste superior a la hora de la cena que en el almuerzo, o pagar más por un café un sábado que un lunes. Actualmente existen proyectos piloto de “precios dinámicos” en algunos locales de Madrid o Barcelona.
Paso a paso, al menos en Algeciras. El objetivo principal, conseguir un buen velador a pie del parque María Cristina de cara a la primavera.
También te puede interesar
Lo último