Alto y claro
José Antonio Carrizosa
¿Dónde están mis cuatro euros?
Quizás
Llevaba semanas callado y el que fuera en sus días de esplendor el presidente del gobierno más enfadado de la Historia, ha vuelto a hablar. Me refiero a ese gran deportista llamado José María Aznar, el político incansable capaz de correr maratones y triatlones, y que sin embargo ha pasado a la historia por una fotografía sentado y con los pies sobre una mesa, que trasmite el tipo de descanso que necesitan los líderes, que, como él, dedican su vida a salvarnos de nuestros errores.
Tras mucho tiempo avisándonos de que España estaba gobernada por la ETA, ahora nos informa de que “la Moncloa es una delegación madrileña del secesionismo”. Vaya, que nos gobierna Puigdemont. Aznar tiene la habilidad de decir siempre lo mismo, pero en su boca cualquier dicho parece una genial aportación al pensamiento universal; cuando únicamente se trata del enésimo anuncio para asustar a los más impresionables, con el argumento de que España se está rompiendo por culpa del malvado Sánchez.
Hay tres tipos de políticos: Sólidos, líquidos y gaseosos. Los últimos son aquellos cuya ideología es evanescente como el humo y carece de forma. Zapatero y sus intermediaciones serían un ejemplo de esta categoría. Los líquidos, como el vino o el agua embotellada, adquieren la forma del recipiente que los acoge. Se adaptan a lo que les rodea. Sánchez pertenecería a esta definición. Por último, están los políticos sólidos; personas con ideología y comportamientos fiables, duros, fuertes, sin dobleces, y que pese a carecer del atractivo sexy de lo cambiante, no fallan y construyen edificios estables. Hay quien coloca a Aznar en este grupo. Pero el hombre que insistió en la autoría de ETA en los atentados del 11 de Marzo del 2004 en Madrid , pese a las evidencias que apuntaban a grupos islamistas; la persona que apoyó la invasión de Irak donde nunca hubo armas de destrucción masiva; el que calificó al calentamiento global como una “nueva religión , y sugirió que los musulmanes deberían pedir disculpas por la ocupación de la Península Ibérica durante siglos ; el político que Presidió al Partido Popular mientras la trama Gürtel lo financiaba; más que sólido parece rígido e incapaz de entender que en la Generalitat ahora gobierna un no independentista , que han desaparecido los lazos amarillos y que pese a los muchos problemas por resolver y el exceso de partidarios de la bronca , se lo digo en la intimidad , España “va bastante bé”.
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