La ciudad y sus ídolos

Es curioso y extraño cómo Algeciras le coge tanto cariño a algunos vecinos como para inmortalizarlos en una pared

13 de junio 2023 - 00:15

Desde hace unos días, un grafiti pintado muy cerca de la calle Salamanca de Algeciras rinde homenaje a uno de sus vecinos más queridos, Carli, un alma libre al que la mala vida y los problemas mentales no arrebataron un ápice de carisma.

“No importa si eres indigente. No importa si eres extranjero. No importa que estés loco. No importa que no nos recuerde. Porque yo si lo haré”, se lee en el dibujo que alguien plasmó hace años en un banco de la avenida Virgen del Carmen, donde durmió a la intemperie durante muchos años el indigente conocido como el alemán.

Algo similar ocurrió allá por 2013, cuando apareció un grafiti en un muro de un solar del Paseo de la Conferencia en homenaje a Miguel Roiz Pérez, capitán de la barcaza Spabúnker IV que se hundió en la Bahía de Algeciras con 1.000 toneladas de fuel ligero y 300 de gasoil en sus bodegas el 21 de enero de 2003.

Son solo tres ejemplos de vecinos de Algeciras que, sin quererlo en ningún caso, y sin más mérito que el haberse ganado el cariño de sus paisanos, han conseguido quedarse para siempre como algo más que un recuerdo en las calles de una ciudad que los hizo suyos. Son casos curiosos y extraños. Aquí, no voy a hablar demasiado de Paco de Lucía porque para qué, si ya saben cuándo comenzaron a aparecer sus dibujos en las calles que dieron título a sus canciones.

Ya lo hice de Manuel Sotomayor, quien alcanzó las más altas cotas de conocimiento en historia de la Iglesia primitiva, teología y arqueología cristiana y es un absoluto desconocido para todos nosotros. Podría haber nombrado al neurocirujano Ventura Arjona, al compositor José María Sánchez Verdú, a los deportistas Andrés Mateo o Enrique Talavera, al torero Miguelín, a la galerista Magda Belloti, a los actores Víctor Clavijo o Álvaro Morte, al investigador Asier Unciti. Y seguro que a usted se le ocurren infinidad de nombres más que no tienen ningún recuerdo en sus calles, más allá del que les brindaron, le brindan o les brindarán los políticos de turno dándole sus nombres a algún edificio municipal.

A cuenta de lo de Carli, llevo varios días intentando determinar cómo mi ciudad designa a sus ídolos. A las personas que merecen dejar sus rostros en las calles. Tengo 51 años y soy incapaz de darme una respuesta. Seguramente es porque no la hay.

stats