Los cultos 'low cost'

Algeciras/Ruego que me disculpen este titular pero realmente es el fenómeno que vivimos desde hace años en la ciudad. Por decirlo de otro modo, un porcentaje altísimo de corporaciones algecireñas ven la llegada de los cultos en honor a sus imágenes titulares como un auténtico marronazo y pido nuevamente me excusen esta falta de imaginación, léxico y vocabulario. Pero para que ellos (no ustedes) me entiendan hay que hablar así de claro.

La llegada de triduos, quinarios, septenarios, noventas, etc., debería ser el mayor orgullo y fecha más esperada por los miembros de una cofradía y devotos de una imagen. Los actos y momentos más íntimos, de ahí lo de internos, que unos hermanos le dedican a su venerado titular. En otros términos, una fiesta.

Motivos de sobra para arreglarse, ponerse guapo y cuidar uno de lo pocos ritos que las hermandades se ven obligadas a cumplir en la actualidad. Distinguir entre el privilegio del culto interno y la procesión externa (en la calle), es una dicotomía al alcance de muy pocas mentes cofrades en esta ciudad.

Con tan vagos conceptos de esta índole y la escasa formación y cultura cofrade que atesoran muchas de las corporaciones locales es más que común ver auténticos esperpentos en altares y preparación de cultos. Tanto a nivel de montaje, como en organización, misas, detalles y por supuesto en el adecentamiento de titulares y altares. No voy a negar mi predilección por esa cortina interminable de cirios que vemos en reconocidos templos andaluces de gran devoción (habría que juntar las candelerías de más de tres o cuatro palios de esta ciudad para ver algo semejante), pero algo digno y decente está al alcance de todos.

Salir del paso con unos actos de bajo presupuesto y poca chicha son alaridos de hermandad con escasa implicación y preparación. Cuidemos lo importante. Por cierto, un silbido de confesionario me susurra no perder detalle a una gran novedad esta semana en La Palma, un salto de calidad.