Envío
Rafael Sánchez Saus
¿Réquiem por Muface?
El concepto de desarrollo sostenible ha sufrido una evolución paradójica. Cuando fue adoptado hace algunos años ya era una necesidad, pero tal vez no apremiante y urgente. Indicaba la dirección correcta a seguir, pero no de forma inminente, había todavía un cierto margen. También cuando el concepto fue acuñado fue admitido con un amplio consenso social y político. Años después la necesidad de emprender el camino en la dirección indicada por el concepto de desarrollo sostenible es ya absolutamente inaplazable y requiere emprenderlo con urgencia.
Sin embargo, el consenso social y político ha cambiado y fuerzas políticas anteriormente situadas en el centro del espectro político se han polarizado e incluido entre sus objetos de ataque el modelo de desarrollo sostenible y la Agenda 2030, eje de la Estrategia de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Las razones son varias y diversas, pero en el centro de esta tendencia está la puesta en cuestión de las verdades científicas y su sustitución por bulos que, por una parte, alimentan la radicalidad dogmática y por otra, sirven a ciertos intereses ideológicos y económicos.
Es generalmente admitido que este concepto surge por primera vez en 1987 en el conocido Informe Brundtland realizado para Naciones Unidas y titulado Nuestro futuro común y puede definirse como aquel modelo de desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. En cierto modo es un concepto profundamente transformador del modelo de crecimiento económico al introducir los factores sociales y ambientales. Naciones Unidas ha utilizado este concepto como eje central de desarrollo y en 2015 aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. Esta Agenda se articula a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental.
Hoy jueves y mañana viernes, la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras y la Universidad de Cádiz, a través del Vicerrectorado del Campus Bahía de Algeciras, con la colaboración de la Asociación Amigos de la Ciencia, organizan la novena edición del Encuentro Internacional de Desarrollo Sostenible. En esta edición se abordan 3 ODS: Acción por el clima, Educación de calidad e Industria, Innovación e Infraestructura con intervenciones de expertos e investigadores además de representantes de empresas (Moeve, por ejemplo) e instituciones (destaco la participación del puerto de Algeciras). Es una excelente iniciativa en un momento que requiere tener muy claras las referencias del camino a seguir.
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