
Envío
Rafael Sánchez Saus
Lecturas de días contritos
El balcón
La sesión quincenal de control al Gobierno regional en el Parlamento andaluz se ha convertido en el día de la croqueta. El presidente da vueltas sobre sí mismo, sin parar. Por un lado, presume; se envuelve en su moderación. Por el otro, se ofende sorprendido ante reproches de oposición tan minoritaria, vista desde su mayoría tan absoluta. Es una adaptación personal del repetitivo día de la marmota. Lo que no hizo Moreno Bonilla el jueves fue contestar a las preguntas que le hicieron. Si Inmaculada Nieto (IU) interpela al presidente por la emergencia sanitaria, la falta de vivienda, las carencias de servicios en el mundo rural o la corrupción en el SAS, él habla de la incertidumbre de los aranceles.
Si José Ignacio García le critica que recurra ante el Constitucional la ley de reparto de niños inmigrantes, la de impuestos a grandes fortunas, la de la vivienda y la de amnistía, él contesta que el diputado de Adelante está de parte de Puigdemont y no es andalucista. (Aunque sea novicio en la materia, el presidente reparte carnés de andalucismo en sus días de la croqueta). Y regaña a García por apoyar un Gobierno cuyo presidente tiene imputados a su hermano, a su mujer y “a un exministro como es Koldo”. Sí, “Koldo, exministro”, literal; cuando el presidente hace indignado la croqueta, se aturrulla y liga mal la bechamel.
Al único que atiende claramente es a Vox. Si Gavira le dice que los aranceles de Trump no son el problema y le echa en cara el Pacto Verde europeo, la Agenda 2030 o el acuerdo con Mercosur, se deshace en pretextos: la rapidez del pacto verde fue un error, el campo necesita más recursos para la transición, faltan cláusulas espejo para competidores foráneos…
Con la portavoz socialista recupera el regate al quiebro. (Hay un cambio rápido de balón de un pie a otro, practicado por Laudrup o Isco, que Iniesta bautizó como “croqueta”). María Márquez inquiere por sus conversaciones con los cuatro gerentes del SAS imputados y recuerda los miles de manifestantes contra la precariedad en la sanidad pública. Y a Moreno le enfurece que María Jesús Montero cogiera la pancarta en la manifestación convocada por los sindicatos en Sevilla porque cuando era consejera acortó en 1.500 millones el presupuesto sanitario y redujo en 7.700 personas la plantilla del SAS.
Nieto retrata la obsesión por el autobombo del presidente: “usted se dedica a los premios, los eventos, las galas y la agenda folklórica”. Cita el informe del Consejo Profesional de la RTVA del último semestre; el 40% de la información política en Canal Sur ha sido sobre Juan Manuel Moreno. Y cuenta ejemplos inauditos de los telenoticias: el 28 de marzo dan una exposición de Snoopy en París y eluden la entrega de 100.000 firmas a la Presidencia por el deterioro de la sanidad, o el 16 de enero hay diez veces más tiempo al Día de la Croqueta que a la presencia ante el juez de Alberto González Amador. Definitivamente, el día de la croqueta es marca del nuevo régimen.
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