Al microscopio
Ana Villaescusa
La violencia más cruel
Ha empezado la semana en el día 11 y estamos en marzo. Y han pasado veinte años desde aquel otro tan actualizado estos días. Esa noticia: veinte años; preferida por los poetas, novelistas, músicos y cineastas para referirse al paso del tiempo, para señalar el hace poco o el hace mucho; para evocar, en fin, lo que convenga y en la medida que convenga. Aquel 11, el 11M, era un once como el que había sido el día de las torres gemelas, el 11S. Tres años en cifras anuales de por medio y seis meses de lado a lado entre las fechas; dos años y medio, para ser exactos. Treinta meses, contándolo bien. Y no sólo sería la tragedia, los muertos y los heridos de cuerpo y alma, y sus efectos. Tanto en un once como en el otro, los verdugos añadieron al inmenso dolor y sufrimiento, una señal de cambio. La América anglosajona empezó a pensar, el 11S, en dejar de ser la guardesa de occidente, de la democracia capitalista y liberal de a este lado del mundo. Y en España, el 11M se asestó un golpe mortal al espíritu que instaló la Transición.
Tal vez los promotores del 11M pensaron en que después de lo de Irak, había mucho que cambiar en España. En las elecciones del 14M, tal día como hoy, tres días después de la masacre y contra la práctica totalidad de los pronósticos adelantados antes del atentado por las encuestas, un PSOE desvencijado que se daba por perdedor, ganó las elecciones. Más de once millones de electores, unos dos y medio o tres más de lo que cabía esperar cuatro días antes, optaron, unos por el socialismo en el que creían y otros por castigar a una derecha -hábilmente revestida de embustera por la izquierda divina, sus escribas y voceros- que con una inmensa torpeza se dejó embaucar por sus propios complejos. El domingo 7 de marzo, el diario El País predecía un margen para el PP de entre 168 y 172 diputados, con un respaldo de alrededor del 42% de los votos, al borde de la mayoría absoluta, y para el PSOE no más allá de 144 escaños, con un apoyo de alrededor del 38%. El CIS anterior a Tezanos daba la mayoría absoluta al PP, el 4 de marzo, tres días antes de la encuesta del diario de Prisa. El PSOE obtuvo, en las elecciones del día 14, 164 diputados. Para el islamismo nada mejor que quebrar el entendimiento entre las grandes y no tan grandes potencias, y España era el nudo más liviano de la soga. Llegó el ZP de la ceja y de la izquierda guapa, y nos puso en el camino que ahora recorremos.
También te puede interesar
Lo último