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Dos años después de su inmodesta toma de posesión imperial en el Palacio de San Telmo, Juan Manuel Moreno afronta cambios en un Gobierno que tiene escaso perfil político. En el ecuador de la 12ª Legislatura, el presidente de la Junta goza de una confortable mayoría absoluta en el Parlamento y en las encuestas. Pero su equipo tiene un trastorno disociativo de identidad, que parece diseñado por Stevenson, en el que el presidente pretende aparecer como moderado, mientras su guardia pretoriana ataca a la oposición y al Gobierno de la nación con saña.
Esta semana Moreno va a rematar la crisis que abrió hace tres meses cuando se deshizo de su ineficiente consejera de Agricultura. El intervalo se ha prolongado para congoja de consejeros que se veían en precario. Más allá de los cambios de personas o consejerías lo que necesitaría la Junta es un cambio de actitud. Su mejor departamento es el de Propaganda, asunto al que el presidente y su séquito dedican la mayor parte de su tiempo. Pero se les ha ido la mano en la chocante hipocresía de un jefe comprensivo y unos colaboradores cafres que tratan a los adversarios como enemigos.
En el laboratorio de San Telmo practican también la desinformación. Inventan el eslogan vía andaluza para definir una supuesta actitud de Moreno “moderada, dialogante, abierta al consenso y a la lealtad institucional”. Y lo repiten machaconamente. Educado en las formas, el presidente no pierde ocasión de recordarnos lo centrado y razonable que él es. Olvidando aquel sabio refrán español, “dime de qué presumes y te diré de qué careces”. Hace unos días publicó en Twitter un encuentro con jóvenes de su partido en el que insistía en la necesidad de consenso, respeto al adversario, diálogo y concordia.
Pero esta receta del doctor Moreno nada tiene que ver con los maléficos exabruptos de sus ayudantes . Su portavoz parlamentario dice que los socialistas deberían pedir perdón cada mañana por formar parte de ese partido. (Respeto). Un íntimo del presidente, vicesecretario nacional del PP, repite que “los socialistas robaron 700 millones de los parados y se los repartieron entre ellos”, aunque la Junta siga pagando de esos millones a 6.500 prejubilados. (Moderación). Cuando la Comisión Europea se puso en contra de legalizar mil hectáreas de regadíos ilegales en Doñana, el consejero de Presidencia culpó al hijo del ministro de Agricultura, funcionario en la Dirección de Medio Ambiente de Bruselas, de ser quien marcaba la opinión, ninguneando al comisario lituano y a la directora general alemana. (Lealtad institucional). El secretario general del PP andaluz dice que el PSOE se está desintegrando. (Concordia).
Los diferentes mister Hyde que rodean al doctor Moreno no se han creído la fórmula de la vía andaluza. Él tampoco, quizás.
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