Andar y contar
Alejandro Tobalina
Rutina
El alcalde de La Línea ha gritado: “¿A qué estamos esperando?” Ninguna administración ha hecho lo suficiente por el problema de nuestra ciudad, que vive a la sombra del Peñón, e incluso en la actualidad se han dado pasos para atrás. Por ello el pesimismo empieza a envolver sectores de La Línea.
Desde los años 90 se recoge la singularidad de nuestra localidad. En el año 2011, el Ayuntamiento, con las firmas del PP, PSOE, IU y PA, entregó al Gobierno un dossier de su singularidad. Podríamos indicar más momentos, reuniones, plenos, manifestaciones, concentraciones, marchas…
Juan Franco lanza una pregunta desesperada, pero a la vez convoca a los distintos sectores de la población a una concentración y manifestación que pueda dar un aliento de esperanza. No fue una mesa de trabajo, ni una escucha y toma de opiniones, sino información de la decisión tomada por el equipo de gobierno. La razón para ello es la necesidad, por fechas, de no perder tiempo.
En 1969, La Línea vivió con dureza el cierre de la frontera, que lo sufrió el pueblo con una diáspora, y el franquismo se colocó medallas de españolidad de mal latón. El resto de los gobiernos, incluidos los de izquierda, poco han hecho por este suelo ESPAÑOL. Si tanto quieren a España, ¿por qué no se invierte lo mismo en La Línea como hace el Imperio Británico en el Peñón?
Entre Sierra Carbonera y el Peñón de Gibraltar existe un lugar abandonado por todos. Por nuestras carreteras pasan los camiones con arena hacia Gibraltar recubriendo aguas españolas para convertirlas en parte del Imperio Británico. La Línea es un lugar que surte de mano de obra barata, para vivir el presente, pero con un oscuro futuro. Lugar que sirve de dormitorio a muchos gibraltareños, encareciendo la propiedad y el alquiler…
Los vecinos de La Línea y de Gibraltar nos llevamos bien y en muchos casos somos familia. Pero este hermanamiento no soluciona la situación de nuestra localidad.
Las fronteras en Europa son anacrónicas, pero aún lo es más la existencia de una colonia Británica en la Unión Europea. La relación con este territorio es un tema de la comunidad europea y en especial del Estado español. Pero la situación de abandono de nuestra localidad también depende desde el Gobierno local al estatal, pasando por el de la Mancomunidad, la Diputación y el autonómico. ¿A qué están esperando con el regateo del balón político? Se buscan más el protagonismo político o personal que las soluciones.
Claro que estaré el viernes en el Fariñas, claro que debemos estar todos y todas sin importar el color político con el que se pinten sus uñas, pero este acto debe ser el inicio de una unidad por La Línea de la Concepción.
También te puede interesar
Andar y contar
Alejandro Tobalina
Rutina
En tránsito
Eduardo Jordá
Linternas de calabaza
Por montera
Mariló Montero
Los tickets
El balcón
Ignacio Martínez
Negar el tributo y lucir el gasto