Europa en la encrucijada

20 de febrero 2025 - 03:06

No es ninguna exageración afirmar que Europa está viviendo un momento clave en su evolución histórica cuyo desenlace puede afectar al modo de vida de varias generaciones de europeos. Se trata de un verdadero punto de inflexión que puede cambiar todos los paradigmas sobre los que se han asentado las relaciones internacionales desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Desde la perspectiva que nos dan los acontecimientos pasados, se confirma que las bases sobre la que los europeos hemos construido nuestro modelo de sociedad no eran suficientemente sólidas, más bien eran inestables, cuando no, simplemente falsas. Rusia no era un vecino amistoso en el este del continente que proveía de energía abundante y barata. China no era un competidor comercial fiable que facilitaba los procesos industriales abaratando los costes en las cadenas de producción. Estados Unidos no era un aliado íntegro con el que compartíamos valores y principios democráticos y que, además, desde la guerra fría se encargaba del peso de la seguridad europea. El sueño ha terminado, pero los monstruos de las pesadillas son reales.

Rusia es una potencia agresiva con vocación de expansión imperial con todos sus recursos al servicio de un régimen autoritario que encuentra en los valores europeos el enemigo a combatir. China comparte con Rusia el totalitarismo como régimen, aunque su ambición expansionista se centre en la cuenca del Pacífico. En lo comercial, la confusión de intereses entre empresas privadas y el Estado hace de este país un socio poco fiable al primar junto a objetivos mercantiles otros intereses, fundamentalmente ideológicos. Finalmente, la visita del vicepresidente de los Estados Unidos, J. D. Vance, a Múnich la semana pasada confirmó los peores temores desde la victoria de Trump. El Gobierno americano percibe en la democracia europea una amenaza a su pretensión de demolición del estado de derecho en América y se siente más cómodo con otros dictadores que le sirven de referencia hacia dónde quiere ir Estados Unidos. Para los Estados Unidos el aliado no es la Europa democrática, es la autocracia totalitaria y corrupta de Rusia y su oligarquía. Es el modelo a seguir.

En este sentido, Europa (no sólo la UE, también el Reino Unido y otros países democráticos del continente) deben defender de forma valiente su modelo de sociedad asumiendo retos complicados porque el enemigo también está dentro. La convocatoria de Macron a varios líderes europeos ha sido un gesto correcto y acertado en el tiempo para impulsar ese necesario posicionamiento europeo ante los nuevos desafíos que nos amenazan. En la época de los imperialismos y el poder de la fuerza, la confianza en el derecho internacional no debe ser solo una ilusión. Es la identidad europea que hay que defender.

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