
Diafragma 2.8
Paco Guerrero
De lección
Quizás
Me gustaría tener una buena historia que contarles. Poder narrar algún hecho que les emocionara, atrapar su atención con las palabras exactas, y que, al terminar de leerlas, su vida acumulara un buen momento más, y alguna pregunta sin respuesta menos. Desearía darles razones para la esperanza, en estos tiempos inciertos en que todo es posible en el lado que habitan los malos, y ahora que hasta los más optimistas parecen haberse ido de vacaciones a las Maldivas, para olvidar en que se está convirtiendo la existencia en los lugares que antes amábamos. Quisiera hablarles de algún libro que me hubiera trasladado a otras ideas, sensaciones y parajes menos habituales que los ya vistos y leídos. Presentarles a un nuevo Ismael de travesía en un barco ballenero como el Pequod , comandado por el Capitán Ahab y en compañía del arponero Queequeg , en busca obsesiva de un gran cachalote blanco. O narrarles la venganza inmisericorde de un marino, que bien podría llamarse Edmundo Dantés, de quienes le traicionaron, los malvados Danglars y Villefort. O comentarles, que había encontrado un disco desconocido, y que, al ponerlo en mi reproductor de vinilos, había sentido la misma alegría que continúa produciéndome la escucha de cualquier partitura de Vivaldi. Intentaría concluir que en la vida hay razones para la danza, y que incluso en los peores momentos, encontraremos un abate Faria que nos acompañará y solucionará nuestros problemas.
Busco razones que inciten al optimismo en la actualidad. Basta ya de melancolía, pesar, enfado, queja, miedo o aburrimiento. Urge algo diferente.
Pero no hay manera. Porque los libros sólo reflexionan sobre tragedias o la vacía vida de las personas aburridas del primer mundo. Putin sigue ganando. En Gaza continúan los bombardeos contra personas indefensas. PSOE y PP intentan aniquilarse mutuamente, en vez de pactar el 80% de sus programas electorales en los que coinciden. Los nacionalistas aún no han descubierto que juntos somos mejores que por separado. Las películas que iluminaban las grandes pantallas son cada vez más pequeñas y los discos los componen los algoritmos , Y añadan a Trump feliz porque le besan en sus gruesas posaderas . Es cierto, el planeta está triste, gris y resignado. Pero si nos limitamos a quejarnos y seguimos haciendo lo mismo, nada cambiará. Hay por lo tanto que adentrarse por nuevas rutas. Eso entraña problemas, pero nada indica que, si bien es difícil y entraña dificultades, cambiar no sea posible. Lo es, y creerlo es el mejor de los comienzos para lograrlo.
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