¡Hola familia!

24 de octubre 2024 - 03:06

Hola, familia; podría ser el encabezado de una carta tradicional. Sí, tradicional y por qué habría de ser así. Quizá porque hoy en día nos replanteamos o nos hacen que nos replanteemos el concepto de familia desde distintas ópticas. Desde luego la familia monoparental no es nada nuevo, pues si acudimos a otro tiempo, más de una vez hubo solamente uno de los cónyuges, cuando el otro faltó, casi siempre por fallecimiento, cuando no por abandono de la unidad familiar, este caso fue menor, pero nunca por divorcio, pues no se contemplaba en el orden establecido de aquel momento.

Así fuimos escribiendo una historia, ya casi trasnochada, pero auténtica y de lazos fuertes.

Con el tiempo y el adelanto social, se fueron abriendo posibilidades y si, por pura curiosidad, ustedes se quieren acercar a los tipos de familia que se contemplan hoy en día, llegarían a entender que el concepto de familia primaria, tradicional o de siempre ha cambiado mucho. Pero no todos los cambios aportan los valores de transmisión que aporta la familia de padre, madre e hijos. Sea por la circunstancia que sea, la familia constituida por cónyuges de ambos sexos aporta unos conocimientos imprescindibles y transversales a los hijos, ya se trate de un varón o una hembra, es decir, un hombre o una mujer. Pues las palabras anteriores (varón y hembra) están en desuso por machistas o por simbología animalista.

La verdad sea dicha que en este mundo de correcciones e incorrecciones tendemos a complicarnos la vida y en vez de estrechar lazos, tendemos a buscar desunión.

La comodidad, ante todo, ha llegado a remplazar a los hijos por mascotas, que aunque éstas compartan sentimientos y nos den cariño y debamos cuidar y respetar; si miramos de cerca esta relación veremos que nos sale más económica que tener un hijo. Nos ahorramos pañales, noches sin dormir, llevarlos al colegio, ayudar en los deberes, comprar ropa, darles estudios y una educación. La escuela instruye pero la educación viene de casa.

La familia de siempre, la familia sí o sí, es la que no pasa de moda. Aquélla donde los hijos se miran en la figura paterna o materna, la que conduce la nave en noches de tormenta y la que se despierta a nuestro lado en todos los amaneceres llueva o haga sol.

No es tarea fácil “cargarse” con una responsabilidad cuando se piensa en establecer una unión duradera. La convivencia y el compromiso son todo un reto.

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