Estrechamente
Margarita García Díaz
Salud y alegría
Ante mi sorpresa recibí, hace ya varias semanas, la llamada del director del colegio María Auxiliadora para comunicarme que habían decidido que impartiera a los alumnos de segundo de Bachillerato la lección magistral del curso. No les niego mi satisfacción por esta llamada, pero tampoco la responsabilidad que me suponía el encargo. 84 estudiantes celebraron junto a sus familias y profesores el pasado 10 de mayo esta importante cita, que abre ante ellos una nueva etapa de sus vidas.
Los salesianos llegaron hace 90 años a Algeciras, donde fundaron entonces un colegio, que sigue hoy siendo un centro referente. 39 años de mi vida han transcurrido en sus aulas. El lema del curso en el colegio para este 2024 es “Un sueño para ti”, en alusión al sueño de los 9 años de San Juan Bosco, aquel, que como dice uno de sus biógrafos, “marcó su vida para siempre y le inspiró a crear la obra salesiana en todo el mundo”.
En una ceremonia cuidada al detalle, hablé a estos chicos de lo importante que ha sido, y sigue siendo para mí, la labor docente. Aquel sueño que yo tenía siendo todavía adolescente, enseñar Ciencias Naturales, se convirtió en realidad. Pero los sueños no se cumplen como se cumplen años, sino que salen adelante con esfuerzo y trabajo. Si tuviera que hacer un balance de mi vida como profesora, este sería sin duda enormemente positivo. Me lo he pasado tan bien enseñando, he disfrutado tanto con mis alumnos, que ahora, en la que es sin duda la última etapa de este viaje que es la vida, me resisto a no seguir haciéndolo. Mis dos nietos son ahora mis pequeños alumnos con los que hago experimentos muy sencillos de Ciencia como si fuera un juego. Introducir a los alumnos en el conocimiento científico debe comenzar en edades tempranas; por ello, también estoy siempre dispuesta a impartir talleres a los pequeños cuando algún compañero me lo pide, aunque mi familia me diga siempre: “¿Tú no te habías jubilado?”.
Pasamos trabajando una gran parte de nuestras vidas y creo que compartirán conmigo que si nos gusta lo que hacemos, venceremos mejor las dificultades que sin duda existen en el desarrollo profesional. ¡Qué importante es la vocación! Intenté también transmitirles a los alumnos que me escuchaban la importancia de asumir retos en tu profesión, de ir siempre un poco más allá. Esa actitud me ha traído no pocas satisfacciones y así nació en el colegio Diverciencia. Si otras ciudades tienen una Feria de Ciencia, ¿por qué no puede tenerla Algeciras?
Los alumnos que en 2006 hicieron conmigo una pequeña feria de Ciencia en el llamado patio cubierto del colegio fueron, sin duda, los maravillosos inspiradores de la puesta en marcha de las jornadas, hoy internacionales, de Ciencia en la Calle, que han cumplido este año su mayoría de edad. Nunca olvidaré a esos alumnos. Con ellos, en el que fue mi colegio, empezó todo.
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