Andar y contar
Alejandro Tobalina
Rutina
Sin gloria vana he de decir que tengo una cierta carrera literaria. Absolutamente inútil. En dos días, la editorial que iba a publicar mi siguiente libro quiebra, se suspende todo, y una novela que ando moviendo recibe rechazos a priori: o no se reciben manuscritos o no se atreven a publicar nada porque nada se vende. El libro existe, sí, pero ya como producto comercial estandarizado, se supone que hay un sector del mercado que se entretiene leyendo.
Le lectura, y la escritura, genera pensamiento complejo, no voy a decir acertado, eso es mucho suponer, pero sí tendente al estímulo para relacionar ideas con datos y eso crea alternativas, antes se llamaba inteligencia, saber buscar la adaptación. Esto ha muerto. Leer basura, residuo último del mundo editorial disfrazado de Literatura, puede hacerte un poco más fluido en el uso de la lengua, por aquello del ejercicio, pero si lees tonterías piensas lo mismo. Hago el ejercicio, que me tomo como profesional, de coger algunas (no todas) de esas novelas que críticos y suplementos anuncian como la gran novela de nuestra época (todos los años hay dos o tres) y me encuentro con torpes guiones cinematográficos, escritos correctamente que yo no consideraría ni siquiera interesantes. Lo otro, eso que ponen a la entrada de los hipermercados, ni lo miro.
Paseo por twitter y lo entiendo todo. El consumo rápido de la imagen, un vídeo, una idea, un lema, el insulto dañino y aparentemente jocoso, permite pasar horas con la sensación de que te informas... más bien te formas, es lo más parecido a ese ejercicio infantil de remover la superficie del potaje sabiendo que no te lo vas a comer, pero faltan dos cosas: mámá o papá advirtiendo que te lo comes sí o sí, y la realidad de la madurez en la que te das cuenta que ese potaje era una maravilla, alimentaba y ahora es uno de tus platos favoritos.
Me duele la cabeza de ver tanto sabedor en las redes, de ver tantas amistades inquebrantables, tanta pareja feliz, tanto viaje maravilloso, tanto restaurante indiscutible, cosa imposible en un mundo de mierda, cruel, lleno de asesinos, torturadores, violadores, explotación, destrucción y guerras. Pero es que no dan para más, su mentes tienen el horizonte limitado de unos vídeos que no entienden ni quienes los hacen, mientras Platón te intentaba explicar por qué es imposible que la Belleza sea captada en un texto escrito, tras haberse pasado la vida intentándolo.
Es la puerta de la catástrofe, la desculturación, la deshumanización convierte en cosas (eliminables) a quienes distorsionan la hermosa foto que tú piensas real. Si no lees eres un potencial genocida, así de directo. Leyendo puede que lo seas, no hagamos demagogia; digo que las papeletas se multiplican. Clamo por una vuelta al Humanismo. El proceso ha comenzado, la política juega ya con esto, no con ideologías, cuando alguien dijo yo no soy ni de izquierdas ni de derechas, Adolf, Paco y Josif sonrieron en sus pudrideros.
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