Andar y contar
Alejandro Tobalina
Rutina
Septiembre es el mes de la “vuelta al cole”. Cientos de niños regresan a sus centros educativos con el deseo de ver de nuevo a compañeros y profesores que, con sus aulas preparadas, afrontan con ilusión el comienzo del curso. Unos días más tarde lo hacen los adolescentes de Secundaria y Bachillerato, quizás estos con algo más de pereza por dejar atrás un verano de amigos y familia y, sobre todo, sin madrugones.
El lunes 9 de septiembre habría comenzado oficialmente el nuevo curso escolar en los territorios palestinos, pero las escuelas de Gaza están cerradas o destruidas después de 11 meses de guerra y sin señales de alto el fuego. Sin embargo, varias jóvenes maestras palestinas están poniendo en marcha escuelas improvisadas para atender a los niños. Israa Abu Mustafa ha organizado una escuela en una improvisada tienda de campaña montada sobre las ruinas de su propia casa. Sin pupitres, paredes, y apenas materiales, un grupo de niños acude todos los días entre escombros a esta escuela para conseguir así no solo algo de formación, sino también olvidar por unas horas los bombardeos y los muertos. Oula Al Ghoul ha puesto también en marcha una pequeña escuela en la misma tienda de campaña donde vive. Duaa Qudaih siempre tuvo pasión por enseñar. Tras obtener su diploma de maestra, empezó a realizar prácticas y a enseñar inglés en una escuela primaria. La guerra la privó de su trabajo y se vio obligada a huir de su casa, acabando en un campamento de refugiados en Deir al-Balah. Con la ayuda de su familia, que aportó una pizarra, cuadernos y bolígrafos, puso en marcha una carpa a la que llamó Clase de Paz y Libertad. Hoy cuenta ya con siete aulas, extendiendo el proyecto Escuela de Paz y Libertad a más de 500 niños y a otros colegas con los que comparte su método de trabajo a través de sus propias publicaciones.
Al menos 45.000 niños no han podido comenzar el primer grado en el año escolar, lo que viene a sumarse a los más de 650.000 estudiantes de Gaza que no han podido asistir a clase por segundo año consecutivo. La Oficina de Medios Gubernamentales ha informado de la destrucción de 123 escuelas y universidades de Gaza. Este mismo organismo ha informado también hace unos días, que al menos, 11.500 estudiantes y 750 profesores han muerto en esta contienda.
Desde la Organización de Naciones Unidas ya se hacía la siguiente declaración en el pasado abril: “Los persistentes e insensibles ataques a la infraestructura educativa en Gaza tienen un impacto devastador a largo plazo en los derechos fundamentales de las personas a aprender y expresarse libremente, privando a otra generación más de palestinos de su futuro. Cuando las escuelas se destruyen, también se destruyen las esperanzas y los sueños”.
También te puede interesar
Andar y contar
Alejandro Tobalina
Rutina
En tránsito
Eduardo Jordá
Linternas de calabaza
Por montera
Mariló Montero
Los tickets
El balcón
Ignacio Martínez
Negar el tributo y lucir el gasto