
Por montera
Mariló Montero
Unir los puntos
Crónica personal
No fue una sorpresa que Ione Belarra anunciara que su compañera y amiga Irene Montero sería la candidata de Podemos a la presidencia del Gobierno. En un acto del partido Belarra pidió a Montero que aceptara esa candidatura, pero estaba todo acordado de antemano: cuando se celebren las elecciones generales, Irene abandonará el Parlamento Europeo para regresar a su podio habitual desde hace años: la figura indiscutible de Podemos en la política española. Ione controlará el partido.
La extrema izquierda se mueve. Pedro Sánchez sueña con que se unan Sumar y Podemos, solo así tendría alguna posibilidad de lograr los escaños suficientes para mantenerse en Moncloa, pero existe un escollo insalvable: Yolanda Díaz. Las cuestiones personales son tan importantes en la política como en cualquier otro ámbito, y hoy por hoy la visceralidad contra Yolanda que sienten los integrantes de Podemos es irreductible. No perdonan a la política gallega su traición, su oportunismo y sus maniobras para convertirse en la aliada favorita de Sánchez aunque eso supusiera dejar cadáveres podemitas en el camino. Fue Yolanda quien negó a Irene Montero formar parte de las listas de Sumar al Congreso, lo que provocó que Podemos acabara abandonando las filas de Sumar.
La ruptura está siendo letal para Sumar, que pierde votos a chorros, con los sondeos apuntando que hoy no tendría más de 10 escaños frente a los 31 que cosechó en el 2023, aunque se quedaron en 27 al perder los 4 de Podemos.
Yolanda es hoy una figura en baja. En Sumar se vive una especie de sálvese quien pueda, y en el Gobierno el hartazgo que provoca la vicepresidenta segunda se nota desde lejos. No pierde el cargo porque Sánchez no puede prescindir de la coalición, pero las relaciones con el presidente son manifiestamente mejorables, con la vicepresidenta primera solo habla cuando coinciden en público, y compañeros de gobierno confiesan que Sánchez hace tiempo que no la soporta. Le ha concedido el incremento del salario mínimo porque necesita a Sumar, pero según la Airef, desde que se aprobó se han perdido 15.000 puestos de trabajo. Y su empecinamiento en no apoyar el presupuesto de Defensa que exige la OTAN y la UE, alegando que no garantiza la seguridad de Europa y hay que salirse de la OTAN ha agotado la paciencia de los sanchistas.
Sánchez soporta a Yolanda Díaz porque no tiene más remedio. Sánchez sueña con que a su izquierda solo se presente una lista… pero solo si Yolanda se aparta. Más aún ahora con Irene Montero en el terreno de juego. ¿Sería acogida Yolanda en el PSOE? Puede, aunque su nombre se iría difuminado hasta quedar en nada. No supo jugar sus bazas en ninguno de los cinco partidos en los que estuvo. De todos ha salido escaldada.
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